sábado, 17 de diciembre de 2016

Paco Gámez y Mª José Frías conquistan el Premio SGAE de Teatro Infantil y el Nacional de Artes Escénicas para la Infancia respectivamente

Despedimos el año 2016 con la resolución de dos importantes premios de teatro infantil: el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia, que fue concedido a principios de diciembre a la titiritera María José Frías, y el Premio SGAE de Teatro Infantil, que acaba de fallarse y ha recaído en el joven dramaturgo jiennense Paco Gámez, por su obra Nana en el tejado. Ambos galardones evidencian la riqueza y el ímpetu actuales de la dramaturgia y la creación escénica orientadas a la infancia y la juventud en nuestro país.

Paco Gámez, Premio SGAE de Teatro Infantil 2016

El actor, director y dramaturgo Paco Gámez (Úbeda/Jaén, 1982) ha ganado el XVII Premio SGAE de Teatro Infantil, que convoca anualmente la Fundación SGAE, por su obra Nana en el tejado. El texto narra la aventura de Nana, una pequeña que tras sufrir una inundación en su pueblo debe dormir en el tejado de su casa. Allí conocerá a otros personajes que la harán compañía: se hará amiga de un niño que está en un árbol, vendrá un helicóptero de rescate, conocerá a una tortuga, hablará con sus padres que están dentro de la casa, bajo el agua, y visitará a una anciana que se niega a abandonar su hogar. El autor utiliza un juego de perspectivas para reivindicar el poder de la imaginación de los niños, capaces de mantener un pensamiento positivo “en un mundo que parece hundirse”.

Paco Gámez, ganador del Premio SGAE de Teatro Infantil 2016

Para Gámez esta obra supone su primera inmersión como autor en el género: “Hay pocos concursos dedicados al teatro infantil y por eso la alegría de recibir este premio es doble. Por un lado, da respuesta a mis incertidumbres como escritor, conecta algo que estaba enraizado en mí y escondido en un cajón con el mundo. Por otro, me da hasta vértigo, yo soy un recién llegado a la escritura para niños”, señala.

El texto será publicado el año próximo en la serie de Teatro Infantil y Juvenil Sopa de Libros, que el grupo editorial Anaya coedita con la Fundación SGAE.
Otras de sus obras más destacadas son Autos (A road play), publicado en la revista Primer Acto y con el que conquistó el VI Premio Jesús Domínguez; Chapman (∞ x 0), publicado dentro del programa de Creación de Nuevas Dramaturgias del INAEM, y El Hombre en Llamas, Premio Letras Hispánicas de la Universidad de Sevilla, y posteriormente publicado y estrenado bajo la dirección Alfonso Zurro.

La Fundación SGAE convoca este galardón desde hace 16 años con el propósito de impulsar y apoyar la creación de nuevos textos dramáticos dirigidos a niños que, tanto por la buena calidad y originalidad de sus diálogos, como por su visión escénica, contribuyen al progreso del panorama teatral orientado a público infantil. En los últimos años el premio ha reconocido a Itziar Pascual, Rodrigo Muñoz, Luis Matilla, Mariano Lloret, o Gracia Morales.

María José Frías, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia 2016

María José Frías, creadora de la compañía Títeres de María Parrato, ha sido galardonada recientemente con el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2016 por su "delicada poética en la creación de mundos escénicos que dialogan a la par con el niño y el adulto", así como "por su sensibilidad en la invención de universos estéticos poblados de objetos que cobran vida".

Imagen del espectáculo ‘Ping’. Fotografía de Borja Frías

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, María José Frías creó en 1981 en Cabezuela (Segovia) la Compañía Kiriki, que posteriormente, en 1997, pasó a llamarse Títeres de María Parrato, con la que lleva más de quince años recorriendo los escenarios nacionales e internacionales con espectáculos como Las andanzas de Pepitín, Hace muchas lunas, Canción de Navidad, No te asuste mi nombre, Ping, el pájaro que no sabía volar, o Palabras de Caramelo. Su espectáculo más reciente es la adaptación de la obra de Ernest Hemingway El viejo y el mar.

Sus montajes han recibido otros importantes reconocimientos, como el mejor espectáculo en Teatralia, en FETEN, el MAX al mejor espectáculo infantil… Aun así, Frías asegura "no tener palabras" por este galardón que es como "una mantita para el invierno", ya que "en este momento duro para los artistas", los 30.000 euros con los que está dotado el premio "dan un poco de seguridad".
Más allá de las condecoraciones, los Títeres de María Parrato se mantienen firmes en su filosofía, en una manera de hacer y de entender el teatro:

“Queremos seguir jugando.
Parece que cuando dejas de crecer ya no se juega.
Ya hemos crecido pero es que queremos seguir jugando.
A lo mejor hay una forma de crecer que no se ve...
A lo mejor se puede crecer hacia dentro…
Quisiéramos tener toda la vida para jugar. Aunque somos adultos
tenemos esa necesidad de ser libres”.

En las ediciones anteriores el Premio ha sido concedido a las compañías Los Titiriteros de Binéfar (2009),  Aracaladanza (2010), La Rous Teatro (2011), Teatro Paraíso (2012), Máquina Teatral Teloncillo S.L. (2013), Compañía Títeres Etcétera (2014) y Ultramarinos de Lucas (2015).

jueves, 15 de diciembre de 2016

A la Luna o cineatro para toda la familia, la apuesta navideña del Pavón-Kamikaze

El Pavón Teatro Kamikaze apuesta estas Navidades por un novedoso espectáculo, inusual dentro del género que se suele programar para público familiar: A la luna, o lo que podría considerarse cineatro, teatro combinado con dibujos animados que se proyectan sobre una pantalla practicable, con los que interactúa con precisión portentosa una única actriz (Esther Díaz de Mera), creando volúmenes y planos distintos que generan múltiples espacios y situaciones, apoyados por una ingeniosa iluminación. Una original propuesta que tiene todos los alicientes para convertirse en la obra infantil imprescindible para ver en Madrid estas Fiestas.

Un momento de A la Luna

La compañía Voilà Producciones aterriza en el Pavón Teatro Kamikaze por todo lo alto -y viene a cuento la expresión-, porque nos invita a viajar A la luna, presentando una obra infantil que explora la simbiosis entre el lenguaje teatral y el audiovisual, de manera que una simple pantalla y una actriz bastan para trasladar al espectador a diferentes mundos. 

La fábula

En el contexto de los años 60, una niña (Tara) pasa los veranos en la granja, fascinada por las estrellas y soñando con ser astronauta, con el apoyo cómplice de su abuelo. Pero la desaparición de éste la lleva a enrolarse en una misión esp(e/a)cial: salvar el destino de la luna, para lo que tendrá que entrenar a una particular bandada de gansos con los que emprenderá el vuelo.
Una entrañable historia que ofrece distintos niveles de lectura según la edad del espectador, y acaba descubriendo una esperanzadora tesis: no hay nada imposible si de verdad crees en ello.

Se aborda con valentía el tema de la pérdida, el duelo de una niña que se aferra a su imaginación para afrontar la verdad que sólo llegará a entender cuando crezca un poco más.
Llama la atención la perspectiva científica del cuento, los detallados y divertidos apuntes sobre el espacio exterior, las constelaciones, la luna como satélite y el afán del hombre por alcanzarla, la contabilidad del tiempo...


Un momento de A la Luna

El colorista y vibrante diseño de los dibujos animados, unido a la perfecta integración de la actriz con las imágenes, y a un guión excelentemente articulado obran la magia: las escenas cobran vida, y ante los ojos asombrados de pequeños y mayores se sucede un fantástico relato en el que cualquier cosa es posible. Uno de los aspectos más conseguidos es la impresión de desplazamiento, especialmente en los momentos de viaje, en los que el efecto sorprende de tal modo que la escena parece atraparnos en su movimiento.

Silencio en la sala

Es difícil asistir a una obra infantil donde los más pequeños se mantengan en silencio. Esto ocurre aquí por varios motivos: principalmente, porque la historia es tan singular que engancha, porque el despliegue visual resulta impactante, y porque el público entra en un código cercano al cine, con oscuridad total en el patio de butacas, de manera que la acción se desarrolla sin que se les pida participación activa a los niños (tan habitual en otros montajes), prevaleciendo el sonido y la luz de las proyecciones por encima de comentarios, toses, y posibles ruidos.


Un momento de A la Luna
Los artistas

Detrás del proyecto, Cynthia Miranda, formada en la École International Jacques Lecoq de París y en la RESAD, que sorprendió el año pasado con esta propuesta de proyecto final de carrera de Dirección. Y el ilustrador, Daniel García, comunicador audiovisual, guionista de programas infantiles, y experto en videoarte.

El trasfondo

Según sus creadores, A la luna nació de la necesidad de hablar del mundo adulto a través de la mirada de los niños. El padre de Tara tiene un oficio que a ella le parece genial: fabrica cajas, de todas las formas y tamaños. En ellas la niña guarda las cosquillas que le hace el abuelo, los besos de buenas noches, y los secretos. Sin embargo, el padre dedica la mayor parte de su tiempo a contarlas y evaluar su rentabilidad. La historia invita a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con los niños, poniendo de relieve en este caso las diferencias de actitud entre el padre (basada en la rigidez y el autoritarismo) y el abuelo (guiada por la ternura, el cariño y la fabulación). Tara se lamenta de lo difícil que es que los mayores tomen a los niños en serio..., y acabará llevando sus creencias hasta el límite que le imponen los adultos.

Un momento de A la Luna
Recorrido

Después de más de cien representaciones por toda la geografía española, en sólo un año los gansos de Tara ya han viajado a lugares como el festival Off de Avignon, Buenos Aires o París, donde se exhibe actualmente en la Grande Comedie. Mientras se prepara para volar a China el año que viene, A la luna tiene el honor -y la responsabilidad- de ser el primer espectáculo familiar que desembarca en el Pavón Teatro Kamikaze.

Un formato que aúna tradición y tecnología para contar una historia inconformista y conmovedora, que pone en valor la libertad, el poder de la imaginación, y los vínculos familiares. No daremos más pistas sobre esta aventura, para no desvelar las sorpresas..., ¡hay que apuntarse al viaje!

Cartel de A la luna

A LA LUNA
De Cynthia Miranda y Daniel García (Voilá Producciones)

Pavón Teatro Kamikaze

Dirección: Cynthia Miranda
Animación, vídeos y mapping: Daniel García
Música original: Óscar Botello
Intérpretes: Esther Díaz de Mera, Juan Pedro Schwartz (voz) y Víctor Manuel Coso (voz)

Duración: 50 minutos
Edad recomendada: A partir de 4 años
Funciones: 17, 18, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre de 2016
                   2, 3, 4, 7 y 8 de enero de 2017
Horario: 12:00 h.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly, shows escénicos en Juvenalia

Estos días, del 6 al 11 de diciembre, se está celebrando en IFEMA una edición más de JUVENALIA, el Salón del Ocio Infantil y Juvenil, con una completa agenda de actividades dirigida a familias, niños y jóvenes; un largo puente pre-navideño en el que grandes y pequeños pueden encontrar atractivas propuestas para un ocio activo. En esta ocasión, la Feria de Madrid  incorpora en el pabellón 9 "Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly", un festival inspirado en las dos populares series de televisión que emite a diario Clan TV, y que incluye actuaciones teatro-musicales en un escenario.

Cartel de 'Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly'

"Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly" es un gran parque temático de ocio infantil y familiar donde se recrean mediante decorados, murales y atrezzo personalizado los distintos espacios que aparecen en las respectivas series. Se trata de unos dibujos animados con miles de seguidores, que cautivan a los niños por su componente mágico, aventurero y didáctico, y están plagadas además de guiños divertidos para los adultos.
Los protagonistas (Peppa Pig, Suzy Sheep, Dani Dog, Candy Cat, Pedro Pony y el abuelo Pig, y El Viejo Duende Sabio, Nana, Gastón, el duende Ben y la princesa Holly) traspasan la pantalla y son aquí muñecos gigantes muy bien acabados en gomaespuma, que animan el pabellón con sus actuaciones. Cuando acaban los números y bajan del escenario, su presencia y cercanía al público asistente pretende aportar una vivencia especial a las familias.

Un momento del show de Ben&Holly

Sin embargo, no todos los niños son espectadores encantados ni reaccionan como esperan los organizadores del evento; los más pequeños a menudo se asustan ante las dimensiones de los muñecos, y los más mayorcitos se aburren, ya que los personajes son hieráticos, interactúan poco, y parecen diseñados simplemente para posar en las fotografías.

Tres shows escénicos

Durante el Festival se realizan dos pases a 'Los mundos...' cada día, uno por la mañana y otro por la tarde, ambos compuestos por tres shows de escenario: una primera actuación con la presentación de todos los personajes, un segundo pase con los protagonistas del Pequeño Reino de Ben&Holly, que piden ayuda a los niños para realizar un conjuro en el caldero mágico e invocar la llegada de la primavera, y para finalizar, una tercera actuación de Peppa Pig y sus amigos, con temática de piratas y princesas como colofón a la producción. Una animadora que se mezcla con los personajes conduce la acción, solicitando en múltiples ocasiones la participación de los pequeños, e invitando a cantar y bailar al público mientras en escena se desarrollan ensayadas coreografías.

Nana, personaje de la serie Ben&Holly, saluda a un niño

El evento tiene un marcado tono festivo, con regalos de globos de colores, lanzamiento de confeti, y música excesivamente alta. Francamente, dudo de que la propuesta logre atrapar la atención de los niños durante más de cinco minutos, por más aspavientos, colorines, y simpatía que se derroche.
La hipertrofia de imágenes de los protagonistas, el ruido constante, y el espacio tan iluminado -donde todo es demasiado perfecto y a la vez demasiado falso- hace que se pierda el misterio del teatro, que sea difícil seguir las historias, y que el montaje se convierta en un entretenimiento intermitente sin mucho interés. No sé por qué está tan extendida la idea de que este tipo de espectáculos, tan exagerados como vacuos, son del gusto de los niños; a veces da la sensación de que les hace más ilusión a los padres que a los hijos.

Otras actividades teatrales en Juvenalia

Al margen de Los mundos de Peppa Pig y compañía, la feria Juvenalia ofrece otras múltiples actividades de contenido más o menos teatral, como sesiones de pintacaras, talleres de disfraces, cuentacuentos con marionetas, canciones dramatizadas, números de magia, presentación de propuestas sensoriales de teatro para bebés, o la oportunidad de convertirse en policía o bombero por un día, con demostraciones en vivo de los profesionales del oficio.


"Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly"

Juvenalia (IFEMA). Pabellón 9
Organiza 'Creativos Educativos'

Fechas: 6, 7, 8, 9, 10 y 11 de diciembre de 2016.
Sesión matinal: de 11:00 a 15:00 h.
Sesión tarde: de 16:30 a 20:30 h.
Edad recomendada: de 2 a 6 años.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Yo soy La Locura, delicioso cuento con títeres y música antigua de la compañía Claroscuro

Yo soy La Locura es un hermoso espectáculo de títeres, máscaras, y música antigua, creado por la compañía de teatro hispano-canadiense Claroscuro, que podrá admirarse el domingo 11 de diciembre en la Sala Verde de los Teatros del Canal dentro del programa 'Suite Iberoamérica'.
Los Teatros del Canal ofrecen una jornada de puertas abiertas para todo el público, con propuestas de música, danza, circo o teatro para celebrar el arte y la creatividad del otro lado del Atlántico, entre las que destaca este delicioso cuento, que mantiene una estética de teatro negro inspirada en la luz de las velas, e integra música española y americana del Siglo de Oro. 
El espectáculo obtuvo una mención especial del jurado en el Certamen internacional de barroco infantil del Festival de teatro clásico de Almagro en 2012, "por la recuperación del patrimonio musical barroco, el rigor expresivo y la delicadeza poética de sus imágenes", y ha sido candidato a la mejor Ópera para jóvenes audiencias en 2015. Se realizarán dos pases de entrada gratuita, uno a las 13:35 h., y otro a las 16:15 h.

Un momento de la representación de Yo soy La Locura


Yo soy La Locura es un viaje mestizo de ida y vuelta, un cuento para niños y adultos, una reflexión sutil que utiliza la capacidad del espectador para emocionarse ayudado por la magia de los títeres, que se convierten en materia viva durante casi una hora para contarnos una historia de amor, entrega, aventuras y sacrificio. El público podrá escuchar las músicas españolas de nuestro Siglo de Oro interpretadas con criterios e instrumentos de la época, y revividas con su sabor folclórico y cortesano, desde la ternura hasta la crudeza, desde el llanto hasta la alegría desbordada, dejándonos mecer por la bruma del tiempo.

La historia


La Locura, un ser mitológico que mueve las pasiones de los humanos, aparece en escena para contarnos la historia de amor -sobre un fondo bélico- entre Manuel, titiritero español que acompañó a Hernán Cortés en la conquista de América, y Zyanya, una joven mujer azteca, basada en un hecho real.
Francisco de Paula, uno de los creadores de la función, subraya que los españoles somos mestizos; que la cultura española, nuestra manera de sentir, de ser y de vivir jamás volvió a ser la misma después de mezclarse con la americana.

Un momento de la representación de Yo soy La Locura


Repertorio de la obra


1. Henri du Bailly (-1637)
Yo soy la locura
2. Anónimo (Texto de Lope de Vega)
Lamento de Belisa
3. José Marín (1618-1699)
Ojos pues me desdeñáis
4. Anónimo - Jaime Baltasar Martínez de Compañón (1737-1797)
Cachua a voz y bajo al nacimiento de Christo Nuestro Señor
5. Anónimo Quechua - Juan Pérez de Bocanegra (1598 - 1631)
Hanacpachap cussicuinin
6. Gaspar Sanz (1640-1710)
Caballería de Nápoles
7. Luis de Milán (ca.1500-ca.1561)
Pavana
8. Gaspar Sanz (1640-1710)
Dos trompetas de la Reyna de Suecia
9. Gaspar Sanz (1640-1710)
Lantururú
10. Juan Hidalgo (1614-1685)
(Texto de Agustín de Salazar y Torres)
¡Ay, que me río de Amor!
11. Martin y Coll (1680-1734)
Diferencias sobre La Folía
12. Anónimo
No hay que decirle el primor
13. Anónimo (Texto de Calderón de la Barca).
Quiero y no saben que quiero
14. Anónimo -Jaime Baltasar Martínez de Compañón (1737-1797)
Cachua Serranita
15. José Marín (1618-1699)
Qué dulcemente suena
16. Santiago de Murcia (1673-1739)
Preludio
17. Henri du Bailly (-1637)
Yo soy la locura

Todas estas obras aparecen en la función interpretadas con instrumentos de época: viola da gamba, guitarra barroca, tiorba y charango, flautas renacentistas, corneto, quena, percusión y la delicada voz de la soprano Verónica Plata. La peculiaridad es que aquí la música no acompaña a la obra de teatro, como suele ser habitual, sino que las propias letras de las canciones van contando la historia. Algunos de los textos principales pertenecen a Lope de VegaCalderón de la Barca.

Los músicos acompañan la acción de Yo soy La Locura

La vivencia


Infinita fortuna tendrán aquellos que logren deleitar sus sentidos con Yo soy La Locura. Homenaje a los titiriteros; historia bella, triste, nostálgica, contada con lirismo y delicadeza... Retablo de ceremonias plagado de detalles; qué mimo y cuidado al tratar a las marionetas, qué estampas de bodegón. Riguroso trabajo documental presentado con total naturalidad por siete profesionales increíbles, músicos y actores, que nos llevan a recuperar la capacidad de asombro. Qué dulcemente suena..., ¡ay, que me río de Amor! Claroscuro nos descubre en esta función la magia del meta-títere.


YO SOY LA LOCVRA (Cuento musical)
Compañía Claroscuro

Teatros del Canal (Sala Verde) Programa 'Suite Iberoamérica'
Domingo 11 de diciembre de 2016

Horarios: Dos pases, a las 13:35 y a las 16:15 h.
Edad recomendada: Espectáculo familiar. A partir de 8 años.
Duración: 55 minutos.

*Entrada gratuita (se podrán recoger una hora y media antes en la puerta de la sala)

Equipo artístico:

Guión: Julie Vachon con la ayuda de Francisco de Paula Sánchez y Mathieu Leroux
Dirección: Francisco de Paula Sánchez y Julie Vachon
Títeres: Julie Vachon y Francisco de Paula Sánchez
Música: Verónica Plata (soprano), Miguel Ángel Jiménez (guitarra barroca, tiorba y charango), Calia Álvarez/Aurora Martínez Piqué (viola de gamba), Luis Vives (percusión), Fernando Pérez Valera (flautas dulces y cornetas).

viernes, 2 de diciembre de 2016

The Funamviolistas: trío de cuerdas en Sol mayor, en los Teatros Luchana

Entre la marabunta de espectáculos de corte familiar que se agolpan en las carteleras en estas fechas prenavideñas, merece la pena destacar la proeza escénica que realizan las tres artistazas componentes de Funamviolistas, un caramelo de función que fue Premio Max al mejor espectáculo revelación en 2014, y que acaba de reestrenarse en los Teatros Luchana de Madrid después de haber agotado entradas en Matadero la temporada pasada. Una de esas delicatessen que saben a poco, y que cuando acaban desearías volver a disfrutar.

Imagen de Funamviolistas

¿Teatro musical o música teatralizada?, ¿fábula cómica o concierto dramatizado? No queda claro dónde está el límite en esta propuesta, pero tampoco importa, cuando es patente que la sinergia entre géneros y disciplinas sirve para alumbrar nuevos lenguajes escénicos tan gozosos y flamantes, desde el virtuosismo técnico, la expresividad gestual y la comunión de sonido y movimientos.
The Funamviolistas, tres chicas sobre un escenario apenas atrezzado por un banco y una farola, estampa nostálgica y solitaria de cualquier parque donde se entrecruzan tres caminos. Tres chicas cuya historia se cuenta sin palabras, porque sus voces son la música que brota de un violín, una viola y un contrabajo. Y sin embargo, nada de clásicas. Tres auténticas bestias escénicas (Ana Hernández / Sarai Pintado, Mayte Olmedilla, Lila Horovitz) que son instrumentistas, cantantes, actrices-cómicas, bailarinas y casi acróbatas, para quienes su instrumento es una prolongación de ellas mismas, otro miembro orgánico o trozo adherido de piel.

Según avanzan las escenas, resulta cada vez más asombroso verlas tocar de todas las maneras posibles, casi a oscuras, en posturas ciertamente insólitas, a la vez que caminan, bailan, compiten, se interpelan... Los instrumentos son personajes con los que exploran otros usos, más allá de extraer melodías de ellos: son soportes, camastros, maletas, amantes, sombrillas, objetos de percusión...

Imagen de Funamviolistas

En palabras de su director, Rafael Ruiz, "las Funamviolistas crean ilusiones sin chistera, sonrisas sin nariz roja, y hacen temblar al público sin alambre, subidas al gesto y las cuerdas de sus violines". Y es verdad que el público tiembla; de la emoción de sentir nacer la música en directo -lo que acostumbramos poco-; de asistir a la pura creación en el instante; de experimentar la belleza que no se puede apresar.

Inolvidables la escena del can-can en calzas, la disputa entre el violín y la viola, el solo en puntas de la violinista rescatando el tema principal de la película In the mood for love, la sensualidad del tango bailado con el contrabajo como pareja,  la barcarola asida a un mástil que sobrevive a la tormenta, el arrebatado Invierno de Vivaldi (imposible no incluirlo en repertorio), la impactante imagen final de las tres siluetas retroiluminadas derrochando pasión a ritmo de Piazzolla...

Imagen de Funamviolistas

Bien resueltas, a pesar de su dificultad, las transiciones entre escenas, con oscuros que sobrecogen e invitan al aplauso. Quizá convendría poner más atención en el trabajo de suelo, especialmente en proscenio, ya que la inclinación del graderío de la Sala 2 de los Luchana, que antes fuera un cine, resta un poco de visibilidad, por lo que sería más adecuado intentar llevar ciertas partes de la acción algo más hacia el fondo del escenario.

No os perdáis este espectáculo colmado de talento, ideal para compartir en familia; tanto adultos como chavales acabarán maravillados, con ganas de ver más teatro, y de escuchar o aprender más música. Será inevitable salir tarareando la cancioncilla de Les triplettes de Bellville, que las Funamviolistas adoptan como himno...



THE FUNAMVIOLISTAS

Comedia musical
Teatros Luchana (Calle Luchana, 38, Madrid)

Dirección: Rafael Ruiz
Reparto: Ana Hernández / Sarai Pintado (violín), Mayte Olmedilla (viola), Lila Horovitz (contrabajo)

Fechas: 5 y 19 de febrero; 11, 12 y 19 de marzo de 2017.
Horarios: 19:30 h.

Duración: 75 minutos
Edad recomendada: Espectáculo familiar. Fascinará a chicos/as a partir de 9 años, o incluso algo menores, si están muy motivados con la música.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Original versión de El avaro de Molière en La Casa Encendida

Dentro de la programación cultural para disfrutar En familia que ofrece La Casa Encendida este mes de noviembre, llama la atención una singular pieza escénica de títeres y objetos que firma la compañía Pelmànec y propone Acción Educativa: una versión del clásico francés El avaro, en la que el oro no tiene ningún valor, porque los personajes son grifos, tuberías, botellas, cántaros... Aquí la riqueza que anhela Harpagón de manera enfermiza es el agua.
Aviso: podría ocurrir que después de ver el espectáculo os lavarais la cara con otros ojos…

Una imagen de El avaro, de Marta Vidanes

Una mirada contemporánea desde el ecologismo

Las comedias de Molière eran una crítica de la sociedad de su tiempo. Esta adaptación de El avaro actualiza la crítica y recorta algunos personajes y tramas secundarias para centrarse en el eje principal: la avaricia, rasgo que define al protagonista, Harpagón.

La compañía Pelmànec presenta una revisión alocada, pujante y ácida que nos remite a una realidad cada vez más preocupante: la falta de recursos naturales de nuestro planeta. A pesar de la gravedad de los avisos por parte de grupos ecologistas y de asociaciones de científicos, tal vez en este siglo XXI el agua sea un bien tan escaso, que habrá Harpagones dispuestos a acumularla.

La ventaja de la manipulación de objetos es que se pueden mostrar los sentimientos más crueles sin perder un carácter de inocencia, a través de la técnica y la caracterización de los personajes. Un doble lenguaje que da lugar a numerosos chistes y juegos de palabras, permite múltiples niveles de lectura, y ha convertido a este montaje en un clásico imprescindible dentro del mundo del teatro de títeres y objetos.
La comedia está servida, ¡buena zambullida!

Una imagen de El avaro, de Marta Vidanes

Historia del espectáculo

En el año 2000, a partir de una idea original de Jordi Bertran, Miquel Gallardo, Olivier Benoit, Eva Hibernia y el mismo Jordi Bertran crearon El avaro, una hilarante versión de la obra de Molière en la que se sustituía el oro como la riqueza que el protagonista ansiaba y acumulaba, por el agua. Por ello, todos los personajes son objetos relacionados con el valioso líquido: grifos, tubos de PVC, botellas, etc., situando la ficción en un plano alegórico.

El espectáculo ha recorrido desde entonces más de 25 países (primero de la mano de la compañía Jordi Bertran y, a partir de 2002, de Tàbola Rassa) y ha ganado multitud de premios. Dieciséis años después después de su estreno, la obra se ha renovado y vuelve de la mano de la compañía Pelmànec, con dirección de Miquel Gallardo y en colaboración con Tàbola Rassa.

Una imagen de El avaro, de Marta Vidanes

Acción Educativa

Estas funciones de El avaro se enmarcan en las 31 Semanas Internacionales de Teatro para niños y niñas que organiza la asociación Acción Educativa, un festival que pretende alentar nuevas miradas y puntos de vista acercando al público obras de teatro a las que no se tiene acceso fácilmente. Durante el mes de noviembre se programan 29 representaciones de ocho compañías nacionales e internacionales que traen a Madrid espectáculos familiares de calidad.

Englobado dentro de este festival, se celebra estos días en La Casa Encendida el IV Encuentro de Teatro y Escuela 'Jugar con las cosas', un espacio de intercambio de experiencias y conocimiento entre profesionales de la educación y de las artes escénicas para reflexionar sobre por qué la dramatización no está presente dentro de las aulas.

"El avaro" de la compañía Pelmànec

Lugar: Auditorio de La Casa Encendida
          (c/ Ronda de Valencia, 2, Madrid)
Funciones: Sábado 12 y domingo 13 de noviembre a las 12:00 h.
Programa: Acción Educativa (Semanas Internacionales de Teatro para Niñas y Niños)
Edad recomendada: A partir de 7 años.
Precio: 3 €

viernes, 11 de noviembre de 2016

La Rous borda en Madrid dos bellas funciones inspiradas en sus progenitores

La Rous acaba de llenar varios escenarios madrileños y a su paso ha dejado un rastro de nostalgia, poesía, sensibilidad y ternura. Hacía tiempo que no nos emocionábamos tanto en un teatro. Dos espectáculos multipremiados, La casa del abuelo, e Hilos, inspirados respectivamente en el padre y la madre de esta artista albaceteña que ha desarrollado su trabajo fundamentalmente en Andalucía, elevan a la categoría de maravilla el nivel del teatro para público infantil que se viene haciendo en nuestro país. El Premio Nacional de Artes Escénicas y seis premios FETEN avalan su trayectoria. Por su creatividad, rigor y compromiso, es una compañía 'garantía de excelencia', a la que hay que seguir la pista allá donde actúe y cualquiera que sea su propuesta escénica.

Imagen de Hilos, de La Rous

Hilos


Madejas, bovinas, carretes, agujas de tejer, guitas de diferente grosor, una rueca gigante... Rosa Díaz, alma mater de La Rous, lleva al extremo en Hilos el símbolo que da título a la función. Enmarcada dentro de las '31 Semanas Internacionales de Teatro para niños y niñas' que organiza Acción Educativa, este espectáculo insuflado por la madre de la creadora, ha deleitado y enternecido a mayores y pequeños en el Centro Cultural Paco Rabal los pasados 4 y 5 de noviembre. El montaje luce aún el brillo de haber recibido este año el Premio FETEN a la mejor interpretación y dramaturgia (en colaboración con Itziar Pascual).

"Venimos al mundo unidos por el cordón umbilical que nos entrelaza de una manera única a nuestra madre, pero, ¿qué pasa luego con ese hilo? El cordón se corta al nacer, pero el vínculo que se crea entre ambas partes, como un hilo invisible, permanece vivo".

Rosa Díaz se vale del recuerdo de su madre, Adolfina, mujer de increíble fortaleza (a la que diagnosticaron que no podría tener hijos, ¡y sin embargo parió 14!), para hablar sobre los vínculos familiares y emocionales que vamos entretejiendo a lo largo de nuestra vida. Un guión entrañable, una ristra de bellísimas y poéticas escenas en las que exhibe numerosas técnicas (teatro de objetos, sombras, clown, danza, malabares, e incluso auténticos números de magia), junto a un excepcional dominio del espacio escénico, convierten la propia historia familiar en una encantadora fábula.

Imagen de Hilos, de La Rous

Qué cómico resulta el momento en que la actriz interpreta a la madre como una payasa desbordada que va tirando de distintos hilos y encontrando/dando a luz así a sus 14 hijos, -cada uno representado por una madeja de lana de distinto color-, que lloran, maman, se despiertan, se le caen... ¡Cómo dar abasto con esta familia numerosa!

Lo que parece difícil y aparatoso en escena, por el uso de múltiples detalles y artilugios de utilería, La Rous hace que a la vista parezca sencillo y natural: una montaña de cáscaras de pipas, un árbol de Navidad apenas sugerido con una cuerda y siete puntas, un tendedero de pañales interminable, un gran carrete de hilo que se torna carrito de bebé, un misterioso telar-cortinilla que muestra y esconde...

Geniales son también la escena onírica del encuentro entre sus padres, que culmina en boda, o la de la máquina de escribir -ese repiqueteo agitado de unos dedales rojos sobre una caja de madera-, en la que la protagonista cuenta cómo fue su primer trabajo (o su primer viaje lejos de su madre...), para acabar volviendo a sus brazos.

Imagen de Hilos, de La Rous

"Mi madre pasó su vida en una cuerda floja haciendo equilibrios entre lo que quería, lo que hacía, lo que podía, lo que soñaba..."

El magnífico uso de proyecciones con imágenes del recuerdo familiar, y un cuidadísimo espacio sonoro compuesto principalmente por temas clásicos de la canción francesa e italiana -que debieron ser los temas favoritos de esa súper madre a la que se homenajea-, redondean un espectáculo de una factura impecable.

La casa del abuelo


Sobre la huella indeleble que deja en nosotros la familia trata también La casa del abuelo. Este delicioso retablo intimista que logró nada menos que el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2011, pudo admirarse en la polifacética sala Cuarta Pared a finales de octubre. Cuenta la especial relación de una niña con su abuelo (personaje inspirado en el padre de la autora), y cómo, cuando un día éste se apaga y se marcha para siempre, nieta y abuela le mantienen presente y vivo a través de los objetos que le pertenecieron.
La Rous propone contar a los niños la muerte con naturalidad: el abuelo no está (no se ha ido al cielo, ni se ha convertido en ángel de la guarda...), y la vida sigue. Nosotros hacemos presentes a los que se van a través de su recuerdo.

Llena la escena teñida de rojo un sorprendente trasto: un escritorio de madera, practicable, absolutamente mágico, que, abriendo y cerrando cajones se va transformando en las distintas estancias de la casa de los abuelos, plagadas de detalles.

Imagen de La casa del abuelo, de La Rous

Es una función para verla muy cerquita, que se afana en mostrar la teatralidad de las pequeñas cosas. Los protagonistas son muñecos rudimentarios confeccionados con materiales y objetos cotidianos (palos de helado, cartón, trapos, sellos, gomas de borrar...). Por ejemplo, la abuela tiene cuerpo de bastidor y cabeza de cesta de mimbre; sus particulares andares hacen que las carcajadas salten.
Los dedos de la titiritera son las inquietas piernas de la niña, y a la vez asisten en sus manías a ese abuelo que a todos nos recuerda al nuestro, realizando diariamente sus rituales (afeitarse, recolocarse la boina, abrir el periódico...), musitando sus cancioncillas: "al paso, al paso, al trote, al trote, al galope, galope, galope...". La acción está arropada por el sonido dulce de una caja de música, y cada personaje tiene además su propio leit motiv.

Imagen de La casa del abuelo, de La Rous

Preciosa aparece la escena de la verbena, delicadamente diseñada con luz intraescénica, que nos descubre cómo se conocieron los abuelos, bailando, a la luz de la luna.
El público menudo ríe jovial al reconocerse en la curiosidad juguetona de la niña, mientras el adulto se conmueve recuperando las memorias perdidas de su infancia. Rosa Díaz tiene el don de lograr que cada cual conecte con algo, con un instante...

La propuesta nos trae irremediablemente el recuerdo de otros 'espectáculos con escritorio', como la prodigiosa fantasía visual El oratorio de Aurelia, de Aurélie Thierrée, nieta Chaplin, o Ildebrando Biribó, memorable creación de Alberto Castrillo-Ferrer sobre el apuntador de la primera representación mundial de Cyrano de Bergerac.

Escritorio abierto de La casa del abuelo, de La Rous

La Rous es una compañía creada en 2008 por Rosa Díaz, actriz, directora, y autora de teatro desde 1984. La casa del abuelo fue su primer espectáculo como compañía independiente, con guión y dirección propias, con el que obtuvo el Premio al mejor espectáculo en la Feria Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes FETEN 2009. Ocho años después, este escritorio encantado sigue girando por los escenarios de toda España...

Próximas funciones

HILOS

Madrid: Teatro Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa
28 y 29 de diciembre 2019
A las 17 y a las 19 h.
Edad recomendada: A partir de 7 años.

LA CASA DEL ABUELO

Edad recomendada: A partir de 5 años.



viernes, 4 de noviembre de 2016

Ciclo de lecturas dramatizadas de teatro infantil en Matadero

Desde hoy viernes y hasta el próximo domingo 6 de noviembre, tendrá lugar en Matadero Madrid un Ciclo de lecturas dramatizadas de teatro infantil organizado por ASSITEJ, en paralelo y en colaboración con el XVII Salón Internacional del Libro Teatral que promueve la Asociación de Autores de Teatro.

Porque el teatro también se lee, y con el objetivo de promover el desarrollo del teatro para la infancia y la juventud, la muestra nos descubrirá La noche de Samaín, de Fusa Guillén (viernes 4), La ramita de hierbabuena, de Eduardo Zamanillo (sábado 5), y Zapatos de arena, de Suzanne Lebeau (domingo 6). Los tres textos escogidos para las lecturas han sido editados por ASSITEJ España.
Las dramatizaciones se realizarán a las 12:00 h. en el auditorio de La Casa del Lector (Paseo de la Chopera, 14. Madrid), y la entrada es libre hasta completar aforo.

Cartel del IV Ciclo ASSITEJ de Lecturas dramatizadas  de teatro infantil

El valor de una lectura dramatizada

Las lecturas dramatizadas son una oportunidad excelente para difundir textos teatrales interesantes, como paso previo a una representación. Hoy en día los directores y compañías se esfuerzan por ofrecer propuestas en las que utilizan recursos escénicos muy imaginativos (elementos simbólicos de vestuario y atrezzo, música, proyecciones para crear ciertas atmósferas...), más allá de la idea simplificada que se suele tener de los actores de pie ante un atril, sobre un escenario desnudo.

Las lecturas de las obras se convierten en una experiencia única y de calidad para público familiar, fomentando la lectura en los más pequeños y dando a conocer la importante labor editorial y de defensa del teatro infantil que instituciones como ASSITEJ España, comprometidas con el teatro para los más jóvenes, llevan a cabo.

Imagen de la lectura de la obra Medium

PROGRAMA​ DEL IV CICLO ASSITEJ DE LECTURAS DRAMATIZADAS
-Muestra de Teatro para la infancia y la juventud-

Viernes 4 de noviembre

La noche de Samaín, de Fusa Guillén
Instituto Universitario de la danza Alicia Alonso
Dirección: Rey Montesinos

Sobre la obra: La noche de Samaín es una intriga ambientada en Galicia, espacio de resonancias míticas y mágicas, idóneo para una trama de miedo, que atraerá al lector adolescente. Juanjo, su hermana Sole y su amigo Telmo viven una magnífica aventura, atrapados casualmente por el fantasma de Rosalía, a quien deben ayudar.

Sobre la autora: Fusa Guillén estudió Magisterio y Arte Dramático, y ha trabajado como maestra, profesora de técnicas actorales, actriz y directora de teatro. Desde 1988 escribe y publica teatro para público infantil y adulto, tanto en castellano como en gallego.

Sobre la compañía: El Instituto Alicia Alonso, de la Universidad Rey Juan Carlos, imparte los Grados Universitarios en Artes Visuales, los Grados Superiores en Danza, el Máster en Artes Escénicas, y el Máster en Gestión y Liderazgo de proyectos culturales.

Recomendado para mayores de 10 años.

Imagen de la lectura de la obra Misterios

Sábado 5 de noviembre

La ramita de hierbabuena, de Eduardo Zamanillo
Teloncillo Teatro
Dirección: Ángel Sánchez

Sobre la obra: Nunca se podría imaginar Asterio las peripecias que tendrá que pasar para conseguir la ramita de hierbabuena que su madre necesita para hacer un guiso. Deberá resolver enigmas, superar pruebas, andar por caminos y lugares desconocidos. Personajes con muy mala sombra no se lo pondrán fácil, otros no le dejarán seguir, y los que le quieren ayudar no podrán hacerlo, pues "nadie debe ayudarle, nadie puede ayudarle, nadie le ayudará". Pero en el camino de regreso a casa hallará la solución.

Sobre el autor: Eduardo Zamanillo, vinculado a la compañía PTV Clowns, piensa que la mejor biografía de un autor la constituye el conjunto de sus obras. Ha escrito mas de una veintena, estrenadas por distintas compañías y grupos de teatro, y ha recibido varios premios.

Sobre la compañía: El nacimiento de Teloncillo como compañía de teatro data de 1975. Desde 1996, cuenta específicamente con espectáculos para niños y público familiar en su repertorio, todos ellos dirigidos a distintas edades y ciclos. En sus creaciones abordan diversos temas, utilizan diferentes técnicas teatrales y suelen incorporar música y canciones en directo.

Recomendado para mayores de 7 años.

Imagen de la lectura de la obra Medium

Domingo 6 de noviembre 

Zapatos de arena, de Suzanne Lebeau
El perro azul
Dirección: Fernando Moreno y Gemma Viguera

Sobre la obra: Elisa y Leo viven en un espacio cerrado, prisioneros del miedo a lo desconocido y de un tiempo rígido, calculado por un reloj de arena. Una mañana, a causa de un sueño exquisito, del deseo de hacer algo bien, del nerviosismo de unos zapatos amarrados durante demasiado tiempo, el tiempo se descompone, la puerta se abre… El cielo y la tierra se dan la vuelta… Las naranjas de cada día tienen un sabor diferente. Se plantea la gran pregunta de la fuga hacia el mundo…

Sobre la autora: Suzanne Lebeau, es autora y actriz, fundadora de la compañía Le Carrousel. Desde Quebec ha dejado la impronta de sus textos en el público de jóvenes edades de todo el mundo en los últimos treinta años. Es una mujer que ha alentado desde la teoría, la pedagogía y la praxis, la vindicación de un teatro para niños y jóvenes responsable, exigente consigo mismo, de alto vuelo poético y dignidad social; un teatro que no renuncia a la crítica de este mundo en el que convivimos pequeños y grandes. Un mundo que, en sus propias palabras, es "cruel, tierno complejo y contradictorio".

Sobre la compañía: El perro azul Teatro se ha consolidado  como una compañía profesional que indaga en distintos lenguajes teatrales capaces de emocionar a un público de cualquier edad. Desarrolla su trabajo desde una mirada artística y personal arriesgada, priorizando el código gestual, donde el cuerpo del actor cuenta, mientras sus palabras pueden volar. La compañía riojana busca que el espectador participe de un encuentro evocador sobre el escenario, un encuentro con nuestras búsquedas, nuestras preguntas y sueños.

Recomendado para mayores de 7 años.

martes, 25 de octubre de 2016

Titirimadroño 2016, tres días de fiesta para títeres, niños y adultos

¿Puede haber un festival de títeres con un nombre más castizo? Aquí os presentamos el Titirimadroño, que se celebrará en Madrid los próximos días 28, 29 y 30 de octubre, un pequeño festival lleno de grandes títeres, que un año más -y ya van siete ediciones-, invadirán el vallecano Centro Cultural Pilar Miró.

El evento está organizado por UNIMA Madrid (Unión Internacional de la Marioneta de Madrid), una asociación cultural no gubernamental, que integra no sólo a profesionales del teatro de títeres, sino también a aficionados, gestores culturales, profesores, artesanos... Titirimadroño es una ocasión para el encuentro entre los amantes de este arte, que comparten experiencias artísticas con otras compañías y se relacionan con nuevos públicos.

Cartel principal del Festival Titirimadroño 2016

Con una programación diversa muy apetecible, y precios populares (algunas propuestas son gratuitas, y otras a 5 y 6 euros), la particularidad de este festival es que aúna espectáculos de títeres para adultos y espectáculos dirigidos a niños. Según explican desde UNIMA Madrid, "el teatro de títeres está muy ligado socialmente a la infancia, de manera que en el momento en el que los niños ya no se sienten como tales, dejan de acudir a los espectáculos. Resulta muy difícil llegar a recuperar a este público...". De ahí la importancia de eventos de este tipo, que favorecen y estimulan la creación de producciones de títeres y objetos tanto para niños, como para adultos, igual que ocurre ya en varios países europeos.

En esta edición de Titirimadroño participan algunas compañías madrileñas, pero vienen también montajes foráneos que no son fáciles de ver en la Comunidad, por lo que suponen una oportunidad única para que el público pueda disfrutarlos. Aquí prestaremos especial atención a aquellas funciones aptas para niños y jóvenes.

Imagen de En attendant Coco, de Le Loup qui zozote

Programación para público familiar

El viernes 28 a las 20:30 h. abre el Festival la compañía Teatro Lafauna, con De Las Manos, coproducido por La Tartana, un espectáculo de títeres dirigido a público juvenil y adulto, a partir de 12 años. Se trata de una obra que mezcla títeres, autómatas, actores, sombras y proyecciones para transportarnos al escenario frío y sombrío de un manicomio. Desde allí y a través de varios de sus personajes, nos relatarán cómo la alienación y el encierro pueden no ser barreras para la imaginación humana, y cómo la búsqueda de la belleza lucha contra la asfixia de un sistema en donde lo más valioso son las manos de los internados.

Imagen de De Las Manos, de Teatro Lafauna

El sábado 29 será el 'día grande' del Festival, con cuatro espectáculos programados. El primero orientado a público infantil es El niño que salió de un agujero negro, de la compañía Fábrica de Paraules, procedente de Alicante, que no se dedica expresamente al teatro de títeres, por lo que aporta una visión distinta muy interesante. La obra habla del deseo de transformar el mundo y llenarlo de sueños de libertad: "A los hermanos Hansel y Gretel les encanta reinventar los cuentos de siempre, viajar a lugares inexistentes o preparar grandes batallas contra enemigos imaginarios...". Se podrá ver el sábado 29 a las 12:30 h.

La compañía madrileña Naranjarte estará también en Titirimadroño el día 29 con su instalación Shadows & Circus,  un recorrido de sombras y luces fluorescentes. Un buzo que capta instantáneas bajo el mar y unas esferas que flotan como perlas azules servirán de preámbulo intermitente al resto de funciones. Es gratuita y se realizarán tres pases, a las 11 h., a las 16 h., y a las 19 h.

Imagen de El niño que salió de un agujero negro, de Fábrica de Paraules

A las 17:00 horas del sábado, la compañía francesa Le Loup qui zozote presenta su curioso espectáculo En attendant Coco, una bella pieza de títeres de guante, llena de ritmo, para disfrutar en familia (a partir de 3 años). Atención a su simpática receta para una deliciosa representación de marionetas:

'Poner dentro de un gran teatrillo móvil un pequeño pirata burlón. Sumergirlo en los brazos de una bella. Incorporar inmediatamente un viejo celoso, pérfido y mezquino (ojo con los grumos). Llevar todo a ebullición. Remover firmemente y dejar reposar (pero no mucho) hasta que…¡Todo explote!'.

El Festival se cierra el domingo 30 a las 12:30 h. con El pollo Pepe, de Teatro de la Luna, una función para los más pequeños basada en el famoso cuento infantil de Nick Denchfield y Ant Parker. En escena, un libro gigante. De entre sus páginas van saliendo el pollo protagonista y los otros personajes de la granja donde vive. Y lo que en el papel son desplegables, se convertirá en divertidas escenas que estimulan la participación de los niños. (A partir de 1 año).

Cartel con la programación de Titirimadroño, diseñado por Andrés Esteban

TITIRIMADROÑO 2016

-Festival de títeres organizado por UNIMA MADRID-

Lugar: Centro Cultural Pilar Miró (Plaza Antonio María Segovia), distrito Villa de Vallecas.
Fechas: 28, 29 y 30 de octubre.

jueves, 20 de octubre de 2016

La cueva de Clan de Bichos: teatro negro, muppets, y humor canalla en el corazón de Madrid

Un rincón mágico

Una de esas cavas que parecen lugares encantados, tan típicas del Madrid de los Austrias, que en otros tiempos fuera vaquería, o floristería..., está poblada ahora por otros habitantes: los títeres y objetos convertidos en personajes por la compañía Clan de BichosSusana Sánchez e Ismael Moreno son una pareja que lleva más de diez años de andadura juntos, y dos como regidores de este singular espacio. Tienen el valor de ser dos teatreros incombustibles que lo hacen todo ellos mismos: Ismael es escenógrafo, artesano de marionetas, transformador de objetos; Susana es guionista, compositora, relaciones públicas... Ambos productores, actores, titiriteros.

Ella, además, tiene un don para tratar con la gente y crear un ambiente amigable para todos: recibe al público, bromea con ellos, acomoda a pequeños y mayores sacando el máximo partido al recoleto espacio, presenta..., y tiene detalles (como preocuparse de que los niños que lo necesiten vayan al baño antes de que comience la función), que hacen que cualquier visitante de La Cueva se sienta como en su casa: la cercanía es tal que se transmite la entrega, el mimo y el amor que hay detrás del proyecto. Merece la pena escaparse a conocerles.

La cueva de Clan de Bichos

Nos muestran el lugar como teatro irreal; por un lado, es un guiño a su vecindad con el templo de la lírica madrileño, el Teatro Real (que se encuentra a apenas tres minutos), y aunque es bastante más modesto, no le faltan sus decorados en grana y oro; por otro, porque buena parte de sus montajes se sustentan en un imaginario surrealista y absurdo.

Agugutata: el primer parto en directo de un bebé títere

Nos aseguran que allí se cuentan historias espeluznantes, como la de la familia... Y es que la propuesta de los domingos es realmente original: en Agugutata asistimos a un acontecimiento insólito: el primer nacimiento en directo de un bebé títere. Una divertida oda a la familia, sobre todo a los agotados papás, a quienes se advierte de la que se les viene encima cuando deciden tener a sus cachorrillos humanos.
Los simpáticos títeres tipo muppets (de guante y varillas, construidos en materiales blandos y con enormes ojos saltones) sumados al uso de proyecciones, logran un conjunto visual muy potente que capta pronto la atención de los niños.

Mamá títere con sus dos hijos

Chusa, la hija/hermana mayor va presentando a los personajes principales, entre ellos Papá Popoto, un filósofo y rockero (en paro, por supuesto) que sufre en sus propias carnes los síntomas del embarazo, mientras la futura mamá está fresca como una rosa... Esa tarde, por primera vez en mucho tiempo, los padres consiguen dejar a la niña con los padrinos/abuelos para poder ver juntos a solas la final de la Liga de los Cuentos, que se juega entre el 'Atlético de Malvados' y 'Los más guays del Reino', retransmitida por un comentarista que le da unas cuentas patadas a algunos tópicos de los personajes de cuento tradicionales. Al final del partido, de pura emoción, la madre rompe aguas y hay que salir pitando para el hospital.

Nada de semillitas, ni historias de París, ni encargos a la cigüeña...; aquí hay una voluntad expresa de contar a los niños la realidad de un parto: la barriga gorda, los pujos, el papá ausente porque no encuentra aparcamiento, la oxitocina por las nubes, la subida de la leche...

Papá Popoto

Bravo por la viveza de los actores a la hora de improvisar: genial el momento en que uno de los manipuladores, fuera del teatrito, intenta quitarle a la mamá un pelo -hilo de lana- de la cara que le restaba expresividad, provocando el enfado de la títere porque estaba interrumpiendo su solo de bienvenida al bebé, "El día más feliz de mi vida", un momento muy tierno y emotivo (¡ay, estos titiriteros, siempre fastidiando...!).

La propuesta tiene un discurso inteligente para los niños, a la vez que está plagada de toques humorísticos bastante gamberros que buscan la complicidad de los adultos, hacerles recordar el niño que fueron...
Los títeres salen y entran de la historia continuamente para dirigirse al público (sorprende que se aprendan los nombres de los pequeños espectadores) y les animan a cantar, a repetir las coletillas, e incluso a participar en la acción.

Un punto a favor merece también el aspecto musical: todas las canciones están compuestas expresamente para la ocasión y (salvo el número final) son interpretadas en directo, con gracia y afinación, a la vez que se manipulan un sinfín de personajes y trastos.
En suma, una fábula dinámica y entretenida, que da la impresión de que fluye según la atmósfera que se genera, y varía en cada nueva representación.

El bebé títere

¿Con qué sueñan los bebés?

Este interrogante da pie a una parte muy distinta de la obra que se realiza con la técnica de la luz negra. Un tropel de figuras fosforescentes se van sucediendo ante la mirada atónita de los peques. Algunas de ellas guardan relación con el mundo de los bebés (un biberón, chupetes, una luna-mecedora...); otras, como monstruos variopintos, seres del mar, pájaros fantásticos, espirales hipnóticas, planetas cuya conquista se disputan Macintosh o Windows... resultan desconcertantes por lo inconexas y la falta de dramaturgia. Un derroche de formas y efectos que recuerda a la borrachera onírica de Dumbo en el clásico de Disney, y que en algún momento llega a abrumar por el exceso. El sueño se torna pesadilla esquizoide y el bebé se despierta; alguien tendrá que venir a cantarle una nana.

Imágenes y objetos del sueño del bebé

Imágenes y objetos del sueño del bebé

Sería curioso ver algún día la función que se esconde detrás de la función: asistir al baile de objetos, cambios de lado, manos que se visten y desvisten, posturas imposibles, ordenado caos, baño en sudor de los dos manipuladores..., desde el revés del telón.
Al final de la obra, a los niños más mayorcitos se les invita precisamente a descubrir los entresijos del teatro negro pasando un momento a la trastienda, y toda la familia puede acercarse a tocar a los muñecos, y a hacerse fotos con el bebé títere, protagonista de la historia.


"Agugutata"
Una creación de Susana Sánchez e Ismael Moreno

Teatro: La Cueva de Clan de Bichos
Dirección: C/ Mesón de Paños, 2 (Metros Ópera/Sol)
Funciones: Domingos a las 12:00 y a las 17:00 h.
Duración: 60 minutos.
Edad recomendada: Espectáculo familiar. Los niños a partir de 4 años lo entenderán mejor.
(Imprescindible reservar)