La compañía granadina La Maquiné está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera. Joaquín Casanova y Elisa Ramos llevan doce años haciendo un trabajo de hormiguita que cada vez encuentra más reconocimiento. Con varios espectáculos en gira por múltiples ciudades españolas, finalizada una exitosa temporada en el Teatro Isabel La Católica de Granada, y habiendo pasado por el Teatro Real de Madrid, inauguran la edición de FETEN de este año con su nuevo espectáculo, Acróbata y Arlequín, y acaban de anunciar que son los encargados de dirigir la XXIII Gala de los Premios Max de las Artes Escénicas que se celebrará el próximo 29 de junio en el Teatro Cervantes de Málaga.
Un momento de Acróbata y Arlequín (Imagen cedida por La Maquiné)
Nosotros vimos Acróbata y Arlequín en noviembre, dentro del programa pedagógico familiar el Real Junior, y disfrutamos mucho de la propuesta. No son muchas las compañías especializadas en público infantil invitadas a actuar en el coliseo madrileño. La Maquiné se ha ganado ese privilegio gracias a su afán por ofrecer creaciones muy visuales caracterizadas por una cuidada factura y una estética de fábula, a su dominio de la técnica, y, muy especialmente, a la importante labor de divulgación de la música clásica y lírica. Basta ya de asociar a los niños las típicas melodías simples y repetitivas, o estridentes canciones poperas con letras ripiosas. Para ellos, ¡claro que sí! las exquisitas composiciones de Erik Satie y Francis Poulenc, que fluyen del piano en directo de José López-Montes y acompañan idealmente una historia inspirada en la trastienda de los circos ambulantes de principios del siglo XX ambientada en la pintura rosa de Picasso.
Un momento de Acróbata y Arlequín (Imagen cedida por La Maquiné)
Noé Lifona, magnífica voz a quien ya habíamos visto colaborando con la compañía El espejo negro en obras como Óscar, el niño dormido, es el maestro de ceremonias que presenta, cuenta, canta y nos abre el telón de esta carpa, morada de entrañables habitantes que iremos conociendo mediante el juego y el divertimento. Evocadoras proyecciones, títeres de gran tamaño que requieren la manipulación de varias personas, siluetas, sombras, y un trabajo de cuerpo más clownesco de lo habitual -¡por algo estamos en un circo!- plasmado principalmente en la gestualidad de la payasa que interpreta Elisa Ramos, quien logra gran complicidad con los niños gracias a su ingenuidad y su flequillo móvil, y cuya presencia en escena se agradece y se añora, así como en el devenir del joven protagonista de la función, Pablo (vivaz y atinado Alejandro Conesa), un vagabundo callejero que cumple su sueño de formar parte de una familia de saltinbanquis. Y por supuesto, no faltan los malabares, la trapecista, la magia, y los animales amaestrados, a los que Pablo aprenderá a cuidar, respetar y amar, porque de eso va la historia: del valor de convivir en armonía y con libertad.
Un momento de Acróbata y Arlequín (Imagen cedida por La Maquiné)
Preciosa la escena nocturna del tejado en que las palomas intentan robar al chico el mendrugo de pan, muy efectista y conseguida la gran tormenta en la que se pierde la cabra Rosita y todo el público ayuda a buscarla, y brillante el número final que justifica el título de la función. La obra fue distinguida con el Premio al mejor espectáculo infantil y familiar en la Feria de Ciudad Rodrigo 2019, y ha sido seleccionada para el catálogo PLATEA 2020.
FETEN y Los Max
Un plato fuerte sin duda para la inauguración este fin de semana de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas, FETEN, que alcanza ya su vigésimo novena edición, donde recalarán las últimas tendencias del sector escénico infantil. 90 compañías de nueve países mostrarán sus espectáculos, con 17 estrenos y más de 250 funciones programadas, lo que supone un récord en su historia y consolida al festival como un referente nacional y europeo en su género. La Feria se celebrará entre el 8 y el 14 de febrero en Gijón, y allí estará Mamá Teatriz para sacarle todo el jugo y contároslo. Y atentos estaremos también a la próxima Gala de los Premios Max, organizada por la Fundación SGAE, que tendrá lugar en junio en el Teatro Cervantes de Málaga y estará dirigida por Joaquín Casanova y Elisa Ramos. Bajo el lema 'El arte de escuchar', La Maquiné orquestará una nueva fantasía a medida de los premios más importantes de las artes escénicas en España, como bien saben hacer, para todos los públicos.
Acróbata y Arlequín
Producción: La Maquiné y Agencia Andaluza de Instituciones Culturales (Junta de Andalucía)
Colabora: La Laboral, Ciudad de Cultura, Gijón
Dramaturgia: La Maquiné
Dirección: Joaquín Casanova
Adaptación musical: José López-Montes
Actores multidisciplinares: Alejandro Conesa, Elisa Ramos y Natalia Calles
Canto lírico, narración y actor: Noé Lifona
Músico pianista: Daniel Tarrida / José López-Montes
No a todos los niños les cuentan cuentos de hadas. Depende de en qué país, ciudad, o realidad vivan, el cuento cotidiano transcurre menos feliz. Había una vez una niña, conocida como Taslima, Caperucita roja de Bangladesh, alumbrada por Colectivo Ópalo, que por discreta, humilde y pequeñita podía pasar desapercibida en la cartelera... Después de hacer temporada en el Teatro Lagrada, el verano pasado fue finalista del Certamen Barroco Infantil del Festival de Almagro, ganó del II Certamen Nacional de Artes Escénicas de los Teatros Luchana, y este enero ha recalado en el renovado Galileo. Se trata de una obra formalmente muy sencilla, pero fuera de lo común, que invita a un viaje iniciático con Caperucita como pretexto para contar una historia mucho más original, con un trasfondo de denuncia social y desde un universo poético personalísimo.
Un momento de Taslima, Caperucita roja de Bangladesh
Taslima es una niña costurera, cose día y noche, noche y día, hasta que un día se queda enredada en el hilo rojo del forro polar que tejen sus manos. Y enredada y más enredada..., se golpea contra la puerta de la fábrica, ¡y la puerta se abre! Taslima respira y ve el bosque ante sus pies. ¿A dónde ir? Entre tanto trabajo, Taslima ha olvidado todos los caminos, pero lo que sí recuerda es que nunca ha visto el mar... ¡y su abuelita vive al lado del mar! Una respiración muy honda, dos, tres..., ¡ahora sus pies vuelan! Taslima deja atrás la fábrica -donde el lobo feroz es el jefe explotador- y se sumerge en el bosque para llegar hasta la casa de su abuelita, caminando hacia el mar, bosque a través...
Este curioso argumento augura una ceremonia plagada de sugerencias en laque nos guían con delicada entrega Flavia Turci y María Cantero, formadas en teatro físico y danza contemporánea, miembros del Colectivo Ópalo. La agrupación nació en 2015 como iniciativa profesional para reunir a distintos artistas provenientes del teatro, las artes plásticas, la danza o el circo, con la técnica de crear de manera colectiva y artesanal tanto el texto, como la escenografía o los títeres. Nos cuentan las actrices que a través de la investigación fueron enrolándose en el trabajo objetual y la animación de la materia hasta concebir esta revisión de Caperucita, tejida con mimbres rudimentarios en un intento por dejar traslucir la belleza que reside en materiales pobres y esenciales.
Y efectivamente, lo primero que llama la atención es el esquematismo de la pieza, con decorados de cartón y tela, y un personaje central apenas figurado en tres trazos de alambre y papel, portado con gracilidad de movimientos, dulce voz y tierna afección por María Cantero, cuya mímesis con la muñeca no deja de asombrarnos, ¡cómo logra que la veamos tan linda...!
Un momento de Taslima, Caperucita roja de Bangladesh
El texto, plagado de imágenes poéticas, interpela constantemente al público, llevándole a evocar y componer mentalmente los matices de una historia en la que los pequeños espectadores participan con frescura, obligando a las actrices a una escucha activa y al reto de la improvisación, como en el sendero de recuerdos que los niños van construyendo al compartirlos de viva voz, y que ilumina la andadura de Caperucita... En su huida de la fábrica de trabajos forzosos, la protagonista debe atravesar un bosque lleno de incertidumbres para vencer sus miedos, y se va encontrando con compañeros de viaje de lo más variopinto, como la abuelita Garbanza (hallazgo genial), luciérnagas mensajeras, una flor que se deshoja, o los habitantes del Pueblo de Nadas, donde cada cual sólo hace lo que le corresponde hacer, sin salirse de lo previsto. Pero Caperucita conseguirá que un boxeador con guantes de plastilina, convencido de que sólo sabe luchar y golpear, acabe aprendiendo a bailar.
Un momento de Taslima, Caperucita roja de Bangladesh
En el bosque el río baila coloreado con los tintes de la fábrica,
se oye el ruido de los tigres de Bengala,
hay caminos sembrados de luciérnagas,
sombras que hablan,
campos abiertos donde las nubes cobran formas extraordinarias
Toda la acción está impregnada de una estilización gestual armonizada más allá de lo coreográfico, encantamiento al que suma la música originalcompuesta porDiego TorresyYerik Nuñez, que envuelve la historia de untono intimista y mágico. Hay mucho sentido artístico, un gran empeño en el trabajo con sombras, y un concepto de esencialidad en la narración oral y en la puesta en escena que supera la rusticidad de los elementos que se utilizan. Sin duda una Caperucitaexcepcional que merece continuar su viaje en otras salas, de la mano de muchos niños.
Quienes se quedan en Madrid estas Navidades o vienen unos días de visita están de suerte. El Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa vuelve a convertirse hasta el 5 de enero en el hogar de los títeres con la segunda edición de Madrionetas, un festival que reúne espectáculos para el público familiar, para los más pequeños, y también algunas funciones dirigidas exclusivamente para adultos. La programación es magnífica y cuesta mucho seleccionar, porque lo veríamos todo. Traen sus trabajos algunas de las compañías españolas punteras actualmente en el trabajo con máscaras, títeres, sombras, objetos y gesto, como Marie de Jongh, La Rous, La Tartana, Etcétera, o La Maquiné, y también alguna agrupación internacional, como Katkatha Puppet Arts. Muchas de estas obras no suelen llegar al público general al estar encuadradas en circuitos considerados infantiles; sin embargo, cualquier espectador sensible amante del teatro -acompañando a niños o no-, podrá disfrutar y conmoverse con la mayoría de estas propuestas. Aquí os apuntamos algunas claves para no dejar escapar las principales delicatessen del festival.
El marco que engloba todas las actividades del festival es la exposición Madrionetas, ¡Feliz aniversario UNIMA!, una muestra gratuita en colaboración con el Topic de Tolosa, el prestigioso Centro internacional del títere, que realiza un recorrido por la historia y la evolución de la marioneta tradicional hasta llegar a la marioneta contemporánea.
Espectáculos para no perderse
AMOUR, de Marie de Jongh
Sala Guirau. 21 y 22 diciembre, 18 h. Público familiar (a partir de 7 años)
Un momento del espectáculo Amour, de Marie de Jongh
Amour le valió a la compañía Marie de Jongh el Premio FETEN 2016 al mejor espectáculo y es sin duda uno de los platos fuertes del festival de este año. Teatro de gesto apoyado en máscaras, Amour nos habla sobre el amor en sus múltiples manifestaciones: el amor infantil, el de la amistad, el amor entre hombre y mujer, el amor entre mujeres, y también el de la senectud, cuando lo esencial se ha desvelado y podemos liberarnos de ciertos prejuicios. Amour nos hace reflexionar sobre la delgada línea que existe entre la desafección y el amor incondicional. Es un canto al encuentro entre diferentes. Espectáculo poético y de impresionante carga visual, Amour es un ambicioso reto que pone en valor un teatro que pueden disfrutar juntos niños y mayores. Una reivindicación del teatro como lugar de encuentro para compartir emociones y reflexiones, dudas y certezas.
SOÑANDO A PINOCHO, de La Tartana Teatro
Sala Jardiel Poncela. 21 y 22 de diciembre, 17 h. y 19 h. Público familiar(a partir de 6 años)
Un momento del espectáculo Soñando a Pinocho, de La Tartana
Delicioso espectáculo para títeres y un actor que ya visitó Madrid en la edición de Teatralia del año pasado. Gepetto es fogonero en un viejo barco de vapor. Un trabajo duro y solitario. El cuarto de calderas está lleno de troncos que esperan a ser engullidos por el fuego. Todos, menos uno. Porque Gepetto está tallando una cajita que ya tiene destinatario, un grillo que le acompaña y junto al que vivirá la aventura de encontrar un compañero en el interior de la madera...
Soñando a Pinocho, creación reciente de la veterana compañía La Tartana, nos acerca a la posible historia que precede al cuento clásico de Carlo Collodi. La ensoñación y nacimiento de Pinocho antes de que el propio Gepetto pueda descubrirlo. Una mágica historia en torno a la soledad y a la perseverancia necesaria para conseguir un sueño.
Espectáculo recomendado por la Red Nacional de Teatros y candidato al Premio Max al mejor espectáculo infantil 2018.
La Tartana estará presente también en el festival con Hansel y Gretel, una ópera infantil con música de Engelbert Humperdinck, para actores y más de veinte títeres. Los protagonistas del cuento son la imagen del cartel de esta edición del festival. (Jueves 2 de enero, 18h y 20h. Público familiar a partir de 4 años)
OVIDIA, de La Société de la Mouffete
Sala Jardiel Poncela. 25 de diciembre a las 21 h. y 26 de diciembre a las 19 h. y 21 h.
(Público a partir de 15 años)
Un momento del espectáculo Ovidia, de La Société de la Mouffete
Entre la programación clasificada como títeres para adultos, destaca brillantemente esta propuesta de la compañía-laboratorio teatral La Société de la Mouffete. Ovidia y Sr. Topo son gemelos anómalos; ambos han sido creados en la “placenta de humanos”, y es ahí donde tendrá lugar el fatal accidente que marcará sus vidas (naciendo ella con dos corazones, el suyo propio y el de su hermano, y dejando al Señor Topo en la más pura apatía emocional). Ovidia basa su contenido y su forma en la mezcla de realismo poético y tragedia bukowskiana, creando en el espectador una sensación de claustrofobia que sólo podrá superar a través de la comedia absurda. Bajo la mezcla de estos estilos se oculta el tema principal del espectáculo: la inadaptación social; seres grotescos a los que su particular carácter les aparta de la sociedad, incapacitándoles para interactuar con el medio al sentirse sobrepasados de emociones hasta por los acontecimientos más cotidianos. HILOS, de La Rous
Sala Jardiel Poncela. 28 y 29 de diciembre, 17 h y 19 h. Público familiar (a partir de 7 años)
Un momento del espectáculo Hilos, de La Rous
Rosa Díaz, alma mater de La Rous, lleva al extremo en Hilos el símbolo que da título a la función. Esta artista albaceteña que ha desarrollado su trabajo fundamentalmente en Andalucía, eleva a la categoría de maravilla el nivel del teatro para público infantil que se viene haciendo en nuestro país.
Madejas, bovinas, carretes, agujas de tejer, guitas de diferente grosor, una rueca gigante... Rosa Díaz se vale del recuerdo de su madre, Adolfina, mujer de increíble fortaleza (a la que diagnosticaron que no podría tener hijos, ¡y sin embargo parió 14!), para hablar sobre los vínculos familiares y emocionales que vamos entretejiendo a lo largo de nuestra vida. Un guión entrañable, una ristra de bellísimas y poéticas escenas en las que exhibe numerosas técnicas (teatro de objetos, sombras, clown, danza, malabares, e incluso auténticos números de magia), junto a un excepcional dominio del espacio escénico, convierten la propia historia familiar en una encantadora fábula. Fue Premio FETEN 2016 a la mejor interpretación y dramaturgia (en colaboración con Itziar Pascual).
LE FUMISTE, de la cía. Don Davel (Madrid-Francia)
Teatro de Títeres de El Retiro. Sábado 28 de diciembre, 12:30. Público familiar (a partir de 7 años)
Un momento del espectáculo Le Fumiste, de Don Davel
Le Fumiste es un divertido espectáculo de teatro de objetos, circo y magia. Un homenaje a los recuerdos de la infancia y otros momentos de la vida. Los protagonistas de este mundo de recuerdos se construyen en escena a partir de elementos cotidianos, como botes y vasos, que toman cuerpo y llegan a tener alma y vida propia. Algunas personas saben encender en otras pequeñas luces que se quedan para siempre, como las que iluminan el vidrio de un vaso, dándole brillo sin quitarle transparencia. Nuestros abuelos y abuelas nos enseñaron a sentir las emociones, en toda su fuerza y ternura. El tiempo difumina los recuerdos en nuestra memoria líquida, dejando una huella inconfundible, un suspiro que como un lápiz de humo, deja escrito en el aire que lo vivido ha sucedido de la manera más bella posible. Recuerdos de humo aparecen y bailan antes nuestros ojos, dialogan con las emociones y llenan el presente de una manera tan intensa que parecen reales. Pero cuando intentamos atraparlos escapan entre nuestros dedos, cambian de forma y se desvanecen.
(Esta compañía visita también la Sala Tarambana el jueves 26 de diciembre a las 17:30 y el viernes 27 a las 12:30 y a las 17:30)
LA CAJA DE LOS JUGUETES, de Etcétera
Sala Guirau. Del 26 al 29 de diciembre, 18 h. Público familiar (a partir de 3 años)
Un momento del espectáculo La caja de los juguetes, de Títeres Etcétera
La compañía granadina Etcétera lleva casi 40 años investigando e innovando con títeres de todos los tipos y tamaños. En 2014 fue galardonada con el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud. La creación que traen a Madrionetas, La caja de los juguetes, integrada por títeres, objetos, sombras, proyecciones de vídeo, un pianista y una actriz, se basa en la obra La boîte à joujoux del compositor francés Claude Debussy y del ilustrador André Hellé. La obra es uno de los cuentos musicales impresionistas más representativos de las composiciones del siglo XX. Se trata de una partitura delicada, exquisita, amable al oído, con melodías muy diferenciadas para cada personaje, que permite a los niños seguir fácilmente la historia. Las cajas de juguetes son como las ciudades y quienes viven en ellas sienten y padecen como las personas… Los personajes de esta caja viven una tierna y divertida historia de amor entre una muñeca bailarina, un Polichinela y un soldadito de madera. Etcétera enriquece la fábula original haciendo una interpretación contemporánea de este cuento clásico. Se enfatizan valores como la no violencia, la inutilidad de la guerra, la fuerza del juego, el poder del amor. También se ofrece un posicionamiento sobre la igualdad de géneros.
HOME, de Mazzù Teatro
Sala Jardiel Poncela. 1 de enero 20 h. y 2 enero 19 h. y 21:30.
(Público a partir de 15 años)
Un momento del espectáculo Home, de
Técnica bunraku, poesía visual y temática social son los atractivos de Home, una obra orientada a público joven -pero no tanto- con un títere único que nos traslada el drama de Alón, un pensionista pobre y solitario al que quieren echar de su pequeño piso de toda la vida. Basada en un caso verídico, plantea un conflicto que se da a diario en cualquier gran ciudad del mundo. Home, acción silenciosa, les da voz a quienes carecen de fuerza para hacerse oír. Es un viaje mágico y surrealista por la vida de quien lo ha perdido casi todo. El espectáculo propone una reflexión crítica sobre el estado del bienestar y el problema de la gentrificación.
AVENTURAS DE DON QUIJOTE, de El Retablo
Sala Jardiel Poncela. 3 y 4 enero, 17 h. y 19 h. Público familiar (a partir de 3 años)
Un momento del espectáculo Aventuras de Don Quijote, de El Retablo
Aventuras de Don Quijote es un espectáculo donde actores-titiriteros, muñecos, figuras, sombras, objetos y juguetes reciclados compondrán las diferentes peripecias en las que se verá envuelto el “Ingenioso Hidalgo” inmortalizado por la pluma de Cervantes. Un anciano titiritero y sus ayudantes relatan y dramatizan con muñecos y otros objetos algunas aventuras de Don Quijote. En un momento de la representación, el viejo Maese comenzará a desvariar, a confundir el teatro con la realidad, a tomar los muñecos de cartón y madera por personas de carne y hueso. Los ayudantes, sin salir de su asombro, intentarán que el anciano recupere su cordura. Esto provocará diversas situaciones entre los actores-titiriteros que sucederán paralelamente a la propia escenificación, con marionetas, de las peregrinas andanzas de Don Quijote de la Mancha.
La compañía El Retablo crea espectáculos que destacan por la sencillez y claridad con que logran acercarse a la psicología infantil, captando con humor y delicadeza la manera en que los niños ven y sienten el mundo que los rodea. Otra de las particularidades es el empleo de objetos y materiales reciclados que se transforman en personajes inolvidables.
Esta obra fue Premio Barroco Infantil al Mejor Espectáculo Infantil en el Festival Almagro 2018.
La exposición de la UNIMA
Un títere no es sólo un muñeco. Es un muñeco que tiene vida.
¿Y quién se la da? Pues la emoción de quien lo mueve
y la emoción de quien lo mira.
UNIMA, la Unión Internacional de la Marioneta, es la asociación teatral más antigua del mundo y este año celebra su 90 aniversario. Por este motivo se ha organizado en el Centro Cultural de la Villa una exposición que combina su historia con la del arte de la marioneta, estrechamente unidas. Aunque las marionetas son el eje principal de la muestra, ésta incluye también vídeos de espectáculos, fotos, testimonios…, además de reunir piezas de los más importantes artistas del último siglo.
Personajes típicos de la tradición de títeres europea
Visitar esta exposición es un plan genial para disfrutar en familia estas Navidades. Diablillos, arlequines, damas, músicos, pícaros, polichinelas... Hay títeres de múltiples orígenes, materiales y técnicas: de hilo, de guante, de varilla, sombras..., desgastados por el tiempo en inimaginables funciones. Impresiona realmente detenerse ante cada uno de ellos, mirarles a los ojos, contemplar sus grietas, su policromía desgastada, sus trapos recosidos..., e intentar adivinar las historias que contaron. Y las que quedan por contar.
Aquí se puede consultar la programación completa del festival.