jueves, 20 de febrero de 2020

Cosas que pasan en FETEN

En FETEN ocurren cosas curiosas
como llegar a la ciudad gris y templada bajo la leve llovizna, que los graznidos de gaviota se mezclen con el tráfico, y tener la poderosa ilusión de quien contempla una escenografía.
Ocurren cosas divertidas
como cruzarse por la calle con más gente perdida entre los mapas virtuales para acabar aceptando la amabilidad de un vecino cualquiera que te acompaña a tu destino. 
Ocurren cosas sorprendentes
como que alguien te salude con familiaridad porque ha leído algún artículo del blog y te sigue en redes sociales; o sentarse por azar al lado de personas desconocidas a las que en realidad ya conocías tras haber intercambiado e-mails sobre algún espectáculo.
Ocurren cosas increíbles
como encontrarse fortuitamente con un compañero actor al que sólo has visto en los escenarios, ¡y descubrir que vive en tu misma calle!; o coincidir fuera de contexto con el mago que ayer te embelesó en el interior de una caravana misteriosa...

Caravana-espectáculo La Máquina de Héctor Sansegundo
Ocurren cosas mágicas,
como volver a ver a la primera profesora que tuve en un taller de teatro universitario, hace más de veinte años, y que se despida con un "gracias por recordarme".
Ocurren cosas enriquecedoras
como que los participantes más veteranos instruyan a los novatos sobre las dinámicas de funcionamiento de la Feria; que todos aprendan del trabajo de los demás.
Ocurren cosas admirables
como la omnipresencia de los miembros de la organización en los múltiples espacios escénicos habilitados, y a todas horas, velando por que todo estuviera a punto, controlando los aforos, buscando soluciones siempre con una sonrisa.
Suceden cosas tiernas
como la concurrencia intergeneracional de niños, padres, abuelos, tíos, primos, amigos... disfrutando de lo mismo.

Un rincón de la escenografía de 
'¿Dónde está cuando ya no está?', de COMA14Teatro

Ocurren cosas reveladoras
como que las propuestas de dos compañías diferentes nos trasladen su homenaje a los abuelos, exactamente en el mismo lugar, utilizando ingredientes muy similares, con apenas 24 horas de diferencia...
Ocurren cosas hermosas
como quedarse a solas, sorpresivamente, en silencio, vagando entre las fotos, carteles, partes de utilería, retazos de recuerdos de la exposición conmemorativa de los cuarenta años de carrera de Rosa Díaz, La Rous. Y dejar una dedicatoria agradecida en el libro de firmas, ahora que nadie nos ve.

2 comentarios:

  1. Gracias por dejarnos tus palabras... por caminar entre los momentos "Rous", por compartirlo!

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  2. ¡De nada...! Gracias a ti por tantas 'golosinas escénicas'... Por descubrirnos la magia del teatro para tod@s :)

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