sábado, 17 de diciembre de 2016

Paco Gámez y Mª José Frías conquistan el Premio SGAE de Teatro Infantil y el Nacional de Artes Escénicas para la Infancia respectivamente

Despedimos el año 2016 con la resolución de dos importantes premios de teatro infantil: el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia, que fue concedido a principios de diciembre a la titiritera María José Frías, y el Premio SGAE de Teatro Infantil, que acaba de fallarse y ha recaído en el joven dramaturgo jiennense Paco Gámez, por su obra Nana en el tejado. Ambos galardones evidencian la riqueza y el ímpetu actuales de la dramaturgia y la creación escénica orientadas a la infancia y la juventud en nuestro país.

Paco Gámez, Premio SGAE de Teatro Infantil 2016

El actor, director y dramaturgo Paco Gámez (Úbeda/Jaén, 1982) ha ganado el XVII Premio SGAE de Teatro Infantil, que convoca anualmente la Fundación SGAE, por su obra Nana en el tejado. El texto narra la aventura de Nana, una pequeña que tras sufrir una inundación en su pueblo debe dormir en el tejado de su casa. Allí conocerá a otros personajes que la harán compañía: se hará amiga de un niño que está en un árbol, vendrá un helicóptero de rescate, conocerá a una tortuga, hablará con sus padres que están dentro de la casa, bajo el agua, y visitará a una anciana que se niega a abandonar su hogar. El autor utiliza un juego de perspectivas para reivindicar el poder de la imaginación de los niños, capaces de mantener un pensamiento positivo “en un mundo que parece hundirse”.

Paco Gámez, ganador del Premio SGAE de Teatro Infantil 2016

Para Gámez esta obra supone su primera inmersión como autor en el género: “Hay pocos concursos dedicados al teatro infantil y por eso la alegría de recibir este premio es doble. Por un lado, da respuesta a mis incertidumbres como escritor, conecta algo que estaba enraizado en mí y escondido en un cajón con el mundo. Por otro, me da hasta vértigo, yo soy un recién llegado a la escritura para niños”, señala.

El texto será publicado el año próximo en la serie de Teatro Infantil y Juvenil Sopa de Libros, que el grupo editorial Anaya coedita con la Fundación SGAE.
Otras de sus obras más destacadas son Autos (A road play), publicado en la revista Primer Acto y con el que conquistó el VI Premio Jesús Domínguez; Chapman (∞ x 0), publicado dentro del programa de Creación de Nuevas Dramaturgias del INAEM, y El Hombre en Llamas, Premio Letras Hispánicas de la Universidad de Sevilla, y posteriormente publicado y estrenado bajo la dirección Alfonso Zurro.

La Fundación SGAE convoca este galardón desde hace 16 años con el propósito de impulsar y apoyar la creación de nuevos textos dramáticos dirigidos a niños que, tanto por la buena calidad y originalidad de sus diálogos, como por su visión escénica, contribuyen al progreso del panorama teatral orientado a público infantil. En los últimos años el premio ha reconocido a Itziar Pascual, Rodrigo Muñoz, Luis Matilla, Mariano Lloret, o Gracia Morales.

María José Frías, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia 2016

María José Frías, creadora de la compañía Títeres de María Parrato, ha sido galardonada recientemente con el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2016 por su "delicada poética en la creación de mundos escénicos que dialogan a la par con el niño y el adulto", así como "por su sensibilidad en la invención de universos estéticos poblados de objetos que cobran vida".

Imagen del espectáculo ‘Ping’. Fotografía de Borja Frías

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, María José Frías creó en 1981 en Cabezuela (Segovia) la Compañía Kiriki, que posteriormente, en 1997, pasó a llamarse Títeres de María Parrato, con la que lleva más de quince años recorriendo los escenarios nacionales e internacionales con espectáculos como Las andanzas de Pepitín, Hace muchas lunas, Canción de Navidad, No te asuste mi nombre, Ping, el pájaro que no sabía volar, o Palabras de Caramelo. Su espectáculo más reciente es la adaptación de la obra de Ernest Hemingway El viejo y el mar.

Sus montajes han recibido otros importantes reconocimientos, como el mejor espectáculo en Teatralia, en FETEN, el MAX al mejor espectáculo infantil… Aun así, Frías asegura "no tener palabras" por este galardón que es como "una mantita para el invierno", ya que "en este momento duro para los artistas", los 30.000 euros con los que está dotado el premio "dan un poco de seguridad".
Más allá de las condecoraciones, los Títeres de María Parrato se mantienen firmes en su filosofía, en una manera de hacer y de entender el teatro:

“Queremos seguir jugando.
Parece que cuando dejas de crecer ya no se juega.
Ya hemos crecido pero es que queremos seguir jugando.
A lo mejor hay una forma de crecer que no se ve...
A lo mejor se puede crecer hacia dentro…
Quisiéramos tener toda la vida para jugar. Aunque somos adultos
tenemos esa necesidad de ser libres”.

En las ediciones anteriores el Premio ha sido concedido a las compañías Los Titiriteros de Binéfar (2009),  Aracaladanza (2010), La Rous Teatro (2011), Teatro Paraíso (2012), Máquina Teatral Teloncillo S.L. (2013), Compañía Títeres Etcétera (2014) y Ultramarinos de Lucas (2015).

jueves, 15 de diciembre de 2016

A la Luna o cineatro para toda la familia, la apuesta navideña del Pavón-Kamikaze

El Pavón Teatro Kamikaze apuesta estas Navidades por un novedoso espectáculo, inusual dentro del género que se suele programar para público familiar: A la luna, o lo que podría considerarse cineatro, teatro combinado con dibujos animados que se proyectan sobre una pantalla practicable, con los que interactúa con precisión portentosa una única actriz (Esther Díaz de Mera), creando volúmenes y planos distintos que generan múltiples espacios y situaciones, apoyados por una ingeniosa iluminación. Una original propuesta que tiene todos los alicientes para convertirse en la obra infantil imprescindible para ver en Madrid estas Fiestas.

Un momento de A la Luna

La compañía Voilà Producciones aterriza en el Pavón Teatro Kamikaze por todo lo alto -y viene a cuento la expresión-, porque nos invita a viajar A la luna, presentando una obra infantil que explora la simbiosis entre el lenguaje teatral y el audiovisual, de manera que una simple pantalla y una actriz bastan para trasladar al espectador a diferentes mundos. 

La fábula

En el contexto de los años 60, una niña (Tara) pasa los veranos en la granja, fascinada por las estrellas y soñando con ser astronauta, con el apoyo cómplice de su abuelo. Pero la desaparición de éste la lleva a enrolarse en una misión esp(e/a)cial: salvar el destino de la luna, para lo que tendrá que entrenar a una particular bandada de gansos con los que emprenderá el vuelo.
Una entrañable historia que ofrece distintos niveles de lectura según la edad del espectador, y acaba descubriendo una esperanzadora tesis: no hay nada imposible si de verdad crees en ello.

Se aborda con valentía el tema de la pérdida, el duelo de una niña que se aferra a su imaginación para afrontar la verdad que sólo llegará a entender cuando crezca un poco más.
Llama la atención la perspectiva científica del cuento, los detallados y divertidos apuntes sobre el espacio exterior, las constelaciones, la luna como satélite y el afán del hombre por alcanzarla, la contabilidad del tiempo...


Un momento de A la Luna

El colorista y vibrante diseño de los dibujos animados, unido a la perfecta integración de la actriz con las imágenes, y a un guión excelentemente articulado obran la magia: las escenas cobran vida, y ante los ojos asombrados de pequeños y mayores se sucede un fantástico relato en el que cualquier cosa es posible. Uno de los aspectos más conseguidos es la impresión de desplazamiento, especialmente en los momentos de viaje, en los que el efecto sorprende de tal modo que la escena parece atraparnos en su movimiento.

Silencio en la sala

Es difícil asistir a una obra infantil donde los más pequeños se mantengan en silencio. Esto ocurre aquí por varios motivos: principalmente, porque la historia es tan singular que engancha, porque el despliegue visual resulta impactante, y porque el público entra en un código cercano al cine, con oscuridad total en el patio de butacas, de manera que la acción se desarrolla sin que se les pida participación activa a los niños (tan habitual en otros montajes), prevaleciendo el sonido y la luz de las proyecciones por encima de comentarios, toses, y posibles ruidos.


Un momento de A la Luna
Los artistas

Detrás del proyecto, Cynthia Miranda, formada en la École International Jacques Lecoq de París y en la RESAD, que sorprendió el año pasado con esta propuesta de proyecto final de carrera de Dirección. Y el ilustrador, Daniel García, comunicador audiovisual, guionista de programas infantiles, y experto en videoarte.

El trasfondo

Según sus creadores, A la luna nació de la necesidad de hablar del mundo adulto a través de la mirada de los niños. El padre de Tara tiene un oficio que a ella le parece genial: fabrica cajas, de todas las formas y tamaños. En ellas la niña guarda las cosquillas que le hace el abuelo, los besos de buenas noches, y los secretos. Sin embargo, el padre dedica la mayor parte de su tiempo a contarlas y evaluar su rentabilidad. La historia invita a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con los niños, poniendo de relieve en este caso las diferencias de actitud entre el padre (basada en la rigidez y el autoritarismo) y el abuelo (guiada por la ternura, el cariño y la fabulación). Tara se lamenta de lo difícil que es que los mayores tomen a los niños en serio..., y acabará llevando sus creencias hasta el límite que le imponen los adultos.

Un momento de A la Luna
Recorrido

Después de más de cien representaciones por toda la geografía española, en sólo un año los gansos de Tara ya han viajado a lugares como el festival Off de Avignon, Buenos Aires o París, donde se exhibe actualmente en la Grande Comedie. Mientras se prepara para volar a China el año que viene, A la luna tiene el honor -y la responsabilidad- de ser el primer espectáculo familiar que desembarca en el Pavón Teatro Kamikaze.

Un formato que aúna tradición y tecnología para contar una historia inconformista y conmovedora, que pone en valor la libertad, el poder de la imaginación, y los vínculos familiares. No daremos más pistas sobre esta aventura, para no desvelar las sorpresas..., ¡hay que apuntarse al viaje!

Cartel de A la luna

A LA LUNA
De Cynthia Miranda y Daniel García (Voilá Producciones)

Pavón Teatro Kamikaze

Dirección: Cynthia Miranda
Animación, vídeos y mapping: Daniel García
Música original: Óscar Botello
Intérpretes: Esther Díaz de Mera, Juan Pedro Schwartz (voz) y Víctor Manuel Coso (voz)

Duración: 50 minutos
Edad recomendada: A partir de 4 años
Funciones: 17, 18, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre de 2016
                   2, 3, 4, 7 y 8 de enero de 2017
Horario: 12:00 h.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly, shows escénicos en Juvenalia

Estos días, del 6 al 11 de diciembre, se está celebrando en IFEMA una edición más de JUVENALIA, el Salón del Ocio Infantil y Juvenil, con una completa agenda de actividades dirigida a familias, niños y jóvenes; un largo puente pre-navideño en el que grandes y pequeños pueden encontrar atractivas propuestas para un ocio activo. En esta ocasión, la Feria de Madrid  incorpora en el pabellón 9 "Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly", un festival inspirado en las dos populares series de televisión que emite a diario Clan TV, y que incluye actuaciones teatro-musicales en un escenario.

Cartel de 'Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly'

"Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly" es un gran parque temático de ocio infantil y familiar donde se recrean mediante decorados, murales y atrezzo personalizado los distintos espacios que aparecen en las respectivas series. Se trata de unos dibujos animados con miles de seguidores, que cautivan a los niños por su componente mágico, aventurero y didáctico, y están plagadas además de guiños divertidos para los adultos.
Los protagonistas (Peppa Pig, Suzy Sheep, Dani Dog, Candy Cat, Pedro Pony y el abuelo Pig, y El Viejo Duende Sabio, Nana, Gastón, el duende Ben y la princesa Holly) traspasan la pantalla y son aquí muñecos gigantes muy bien acabados en gomaespuma, que animan el pabellón con sus actuaciones. Cuando acaban los números y bajan del escenario, su presencia y cercanía al público asistente pretende aportar una vivencia especial a las familias.

Un momento del show de Ben&Holly

Sin embargo, no todos los niños son espectadores encantados ni reaccionan como esperan los organizadores del evento; los más pequeños a menudo se asustan ante las dimensiones de los muñecos, y los más mayorcitos se aburren, ya que los personajes son hieráticos, interactúan poco, y parecen diseñados simplemente para posar en las fotografías.

Tres shows escénicos

Durante el Festival se realizan dos pases a 'Los mundos...' cada día, uno por la mañana y otro por la tarde, ambos compuestos por tres shows de escenario: una primera actuación con la presentación de todos los personajes, un segundo pase con los protagonistas del Pequeño Reino de Ben&Holly, que piden ayuda a los niños para realizar un conjuro en el caldero mágico e invocar la llegada de la primavera, y para finalizar, una tercera actuación de Peppa Pig y sus amigos, con temática de piratas y princesas como colofón a la producción. Una animadora que se mezcla con los personajes conduce la acción, solicitando en múltiples ocasiones la participación de los pequeños, e invitando a cantar y bailar al público mientras en escena se desarrollan ensayadas coreografías.

Nana, personaje de la serie Ben&Holly, saluda a un niño

El evento tiene un marcado tono festivo, con regalos de globos de colores, lanzamiento de confeti, y música excesivamente alta. Francamente, dudo de que la propuesta logre atrapar la atención de los niños durante más de cinco minutos, por más aspavientos, colorines, y simpatía que se derroche.
La hipertrofia de imágenes de los protagonistas, el ruido constante, y el espacio tan iluminado -donde todo es demasiado perfecto y a la vez demasiado falso- hace que se pierda el misterio del teatro, que sea difícil seguir las historias, y que el montaje se convierta en un entretenimiento intermitente sin mucho interés. No sé por qué está tan extendida la idea de que este tipo de espectáculos, tan exagerados como vacuos, son del gusto de los niños; a veces da la sensación de que les hace más ilusión a los padres que a los hijos.

Otras actividades teatrales en Juvenalia

Al margen de Los mundos de Peppa Pig y compañía, la feria Juvenalia ofrece otras múltiples actividades de contenido más o menos teatral, como sesiones de pintacaras, talleres de disfraces, cuentacuentos con marionetas, canciones dramatizadas, números de magia, presentación de propuestas sensoriales de teatro para bebés, o la oportunidad de convertirse en policía o bombero por un día, con demostraciones en vivo de los profesionales del oficio.


"Los mundos de Peppa Pig y Ben&Holly"

Juvenalia (IFEMA). Pabellón 9
Organiza 'Creativos Educativos'

Fechas: 6, 7, 8, 9, 10 y 11 de diciembre de 2016.
Sesión matinal: de 11:00 a 15:00 h.
Sesión tarde: de 16:30 a 20:30 h.
Edad recomendada: de 2 a 6 años.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Yo soy La Locura, delicioso cuento con títeres y música antigua de la compañía Claroscuro

Yo soy La Locura es un hermoso espectáculo de títeres, máscaras, y música antigua, creado por la compañía de teatro hispano-canadiense Claroscuro, que podrá admirarse el domingo 11 de diciembre en la Sala Verde de los Teatros del Canal dentro del programa 'Suite Iberoamérica'.
Los Teatros del Canal ofrecen una jornada de puertas abiertas para todo el público, con propuestas de música, danza, circo o teatro para celebrar el arte y la creatividad del otro lado del Atlántico, entre las que destaca este delicioso cuento, que mantiene una estética de teatro negro inspirada en la luz de las velas, e integra música española y americana del Siglo de Oro. 
El espectáculo obtuvo una mención especial del jurado en el Certamen internacional de barroco infantil del Festival de teatro clásico de Almagro en 2012, "por la recuperación del patrimonio musical barroco, el rigor expresivo y la delicadeza poética de sus imágenes", y ha sido candidato a la mejor Ópera para jóvenes audiencias en 2015. Se realizarán dos pases de entrada gratuita, uno a las 13:35 h., y otro a las 16:15 h.

Un momento de la representación de Yo soy La Locura


Yo soy La Locura es un viaje mestizo de ida y vuelta, un cuento para niños y adultos, una reflexión sutil que utiliza la capacidad del espectador para emocionarse ayudado por la magia de los títeres, que se convierten en materia viva durante casi una hora para contarnos una historia de amor, entrega, aventuras y sacrificio. El público podrá escuchar las músicas españolas de nuestro Siglo de Oro interpretadas con criterios e instrumentos de la época, y revividas con su sabor folclórico y cortesano, desde la ternura hasta la crudeza, desde el llanto hasta la alegría desbordada, dejándonos mecer por la bruma del tiempo.

La historia


La Locura, un ser mitológico que mueve las pasiones de los humanos, aparece en escena para contarnos la historia de amor -sobre un fondo bélico- entre Manuel, titiritero español que acompañó a Hernán Cortés en la conquista de América, y Zyanya, una joven mujer azteca, basada en un hecho real.
Francisco de Paula, uno de los creadores de la función, subraya que los españoles somos mestizos; que la cultura española, nuestra manera de sentir, de ser y de vivir jamás volvió a ser la misma después de mezclarse con la americana.

Un momento de la representación de Yo soy La Locura


Repertorio de la obra


1. Henri du Bailly (-1637)
Yo soy la locura
2. Anónimo (Texto de Lope de Vega)
Lamento de Belisa
3. José Marín (1618-1699)
Ojos pues me desdeñáis
4. Anónimo - Jaime Baltasar Martínez de Compañón (1737-1797)
Cachua a voz y bajo al nacimiento de Christo Nuestro Señor
5. Anónimo Quechua - Juan Pérez de Bocanegra (1598 - 1631)
Hanacpachap cussicuinin
6. Gaspar Sanz (1640-1710)
Caballería de Nápoles
7. Luis de Milán (ca.1500-ca.1561)
Pavana
8. Gaspar Sanz (1640-1710)
Dos trompetas de la Reyna de Suecia
9. Gaspar Sanz (1640-1710)
Lantururú
10. Juan Hidalgo (1614-1685)
(Texto de Agustín de Salazar y Torres)
¡Ay, que me río de Amor!
11. Martin y Coll (1680-1734)
Diferencias sobre La Folía
12. Anónimo
No hay que decirle el primor
13. Anónimo (Texto de Calderón de la Barca).
Quiero y no saben que quiero
14. Anónimo -Jaime Baltasar Martínez de Compañón (1737-1797)
Cachua Serranita
15. José Marín (1618-1699)
Qué dulcemente suena
16. Santiago de Murcia (1673-1739)
Preludio
17. Henri du Bailly (-1637)
Yo soy la locura

Todas estas obras aparecen en la función interpretadas con instrumentos de época: viola da gamba, guitarra barroca, tiorba y charango, flautas renacentistas, corneto, quena, percusión y la delicada voz de la soprano Verónica Plata. La peculiaridad es que aquí la música no acompaña a la obra de teatro, como suele ser habitual, sino que las propias letras de las canciones van contando la historia. Algunos de los textos principales pertenecen a Lope de VegaCalderón de la Barca.

Los músicos acompañan la acción de Yo soy La Locura

La vivencia


Infinita fortuna tendrán aquellos que logren deleitar sus sentidos con Yo soy La Locura. Homenaje a los titiriteros; historia bella, triste, nostálgica, contada con lirismo y delicadeza... Retablo de ceremonias plagado de detalles; qué mimo y cuidado al tratar a las marionetas, qué estampas de bodegón. Riguroso trabajo documental presentado con total naturalidad por siete profesionales increíbles, músicos y actores, que nos llevan a recuperar la capacidad de asombro. Qué dulcemente suena..., ¡ay, que me río de Amor! Claroscuro nos descubre en esta función la magia del meta-títere.


YO SOY LA LOCVRA (Cuento musical)
Compañía Claroscuro

Teatros del Canal (Sala Verde) Programa 'Suite Iberoamérica'
Domingo 11 de diciembre de 2016

Horarios: Dos pases, a las 13:35 y a las 16:15 h.
Edad recomendada: Espectáculo familiar. A partir de 8 años.
Duración: 55 minutos.

*Entrada gratuita (se podrán recoger una hora y media antes en la puerta de la sala)

Equipo artístico:

Guión: Julie Vachon con la ayuda de Francisco de Paula Sánchez y Mathieu Leroux
Dirección: Francisco de Paula Sánchez y Julie Vachon
Títeres: Julie Vachon y Francisco de Paula Sánchez
Música: Verónica Plata (soprano), Miguel Ángel Jiménez (guitarra barroca, tiorba y charango), Calia Álvarez/Aurora Martínez Piqué (viola de gamba), Luis Vives (percusión), Fernando Pérez Valera (flautas dulces y cornetas).

viernes, 2 de diciembre de 2016

The Funamviolistas: trío de cuerdas en Sol mayor, en los Teatros Luchana

Entre la marabunta de espectáculos de corte familiar que se agolpan en las carteleras en estas fechas prenavideñas, merece la pena destacar la proeza escénica que realizan las tres artistazas componentes de Funamviolistas, un caramelo de función que fue Premio Max al mejor espectáculo revelación en 2014, y que acaba de reestrenarse en los Teatros Luchana de Madrid después de haber agotado entradas en Matadero la temporada pasada. Una de esas delicatessen que saben a poco, y que cuando acaban desearías volver a disfrutar.

Imagen de Funamviolistas

¿Teatro musical o música teatralizada?, ¿fábula cómica o concierto dramatizado? No queda claro dónde está el límite en esta propuesta, pero tampoco importa, cuando es patente que la sinergia entre géneros y disciplinas sirve para alumbrar nuevos lenguajes escénicos tan gozosos y flamantes, desde el virtuosismo técnico, la expresividad gestual y la comunión de sonido y movimientos.
The Funamviolistas, tres chicas sobre un escenario apenas atrezzado por un banco y una farola, estampa nostálgica y solitaria de cualquier parque donde se entrecruzan tres caminos. Tres chicas cuya historia se cuenta sin palabras, porque sus voces son la música que brota de un violín, una viola y un contrabajo. Y sin embargo, nada de clásicas. Tres auténticas bestias escénicas (Ana Hernández / Sarai Pintado, Mayte Olmedilla, Lila Horovitz) que son instrumentistas, cantantes, actrices-cómicas, bailarinas y casi acróbatas, para quienes su instrumento es una prolongación de ellas mismas, otro miembro orgánico o trozo adherido de piel.

Según avanzan las escenas, resulta cada vez más asombroso verlas tocar de todas las maneras posibles, casi a oscuras, en posturas ciertamente insólitas, a la vez que caminan, bailan, compiten, se interpelan... Los instrumentos son personajes con los que exploran otros usos, más allá de extraer melodías de ellos: son soportes, camastros, maletas, amantes, sombrillas, objetos de percusión...

Imagen de Funamviolistas

En palabras de su director, Rafael Ruiz, "las Funamviolistas crean ilusiones sin chistera, sonrisas sin nariz roja, y hacen temblar al público sin alambre, subidas al gesto y las cuerdas de sus violines". Y es verdad que el público tiembla; de la emoción de sentir nacer la música en directo -lo que acostumbramos poco-; de asistir a la pura creación en el instante; de experimentar la belleza que no se puede apresar.

Inolvidables la escena del can-can en calzas, la disputa entre el violín y la viola, el solo en puntas de la violinista rescatando el tema principal de la película In the mood for love, la sensualidad del tango bailado con el contrabajo como pareja,  la barcarola asida a un mástil que sobrevive a la tormenta, el arrebatado Invierno de Vivaldi (imposible no incluirlo en repertorio), la impactante imagen final de las tres siluetas retroiluminadas derrochando pasión a ritmo de Piazzolla...

Imagen de Funamviolistas

Bien resueltas, a pesar de su dificultad, las transiciones entre escenas, con oscuros que sobrecogen e invitan al aplauso. Quizá convendría poner más atención en el trabajo de suelo, especialmente en proscenio, ya que la inclinación del graderío de la Sala 2 de los Luchana, que antes fuera un cine, resta un poco de visibilidad, por lo que sería más adecuado intentar llevar ciertas partes de la acción algo más hacia el fondo del escenario.

No os perdáis este espectáculo colmado de talento, ideal para compartir en familia; tanto adultos como chavales acabarán maravillados, con ganas de ver más teatro, y de escuchar o aprender más música. Será inevitable salir tarareando la cancioncilla de Les triplettes de Bellville, que las Funamviolistas adoptan como himno...



THE FUNAMVIOLISTAS

Comedia musical
Teatros Luchana (Calle Luchana, 38, Madrid)

Dirección: Rafael Ruiz
Reparto: Ana Hernández / Sarai Pintado (violín), Mayte Olmedilla (viola), Lila Horovitz (contrabajo)

Fechas: 5 y 19 de febrero; 11, 12 y 19 de marzo de 2017.
Horarios: 19:30 h.

Duración: 75 minutos
Edad recomendada: Espectáculo familiar. Fascinará a chicos/as a partir de 9 años, o incluso algo menores, si están muy motivados con la música.