sábado, 28 de noviembre de 2020

La Rous abre los cajones de la La casa del abuelo en la Quinta de los Molinos

No podía faltar un espectáculo de La Rous en la programación del que se se ha convertido en el templo de las artes escénicas de calidad para toda la familia en Madrid, Espacio Abierto Quinta de los Molinos. El centro comandado por Beatriz de Torres parece haber recobrado fuerzas tras el ineludible parón pandémico, y no deja de acoger compañías excelentes en su coqueto auditorio. Este fin de semana cuenta con una invitada de honor, Rosa Díaz, alma mater de La Rous (Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud 2011), polifacética renovadora del teatro para todos los públicos en nuestro país. La función que nos trae, La casa del abuelo, es una maravilla del teatro de objetos en pequeño formato que pone en valor el legado de nuestros mayores, tan necesitados de odas cotidianas, afectos y calor en estos tiempos.

Imagen de La casa del abuelo, de La Rous

La casa del abuelo trata sobre la huella indeleble que deja en nosotros la familia. Este delicioso retablo intimista cuenta la especial relación de una niña con su abuelo (personaje inspirado en el padre de la autora), y cómo, cuando un día éste se apaga y se marcha para siempre, nieta y abuela le mantienen presente y vivo a través de los objetos que le pertenecieron.

La Rous se atreve a contar a los niños la muerte con naturalidad: el abuelo no está (no se ha ido al cielo, ni se ha convertido en ángel de la guarda...), y la vida sigue. Nosotros hacemos presentes a los que se van a través de su recuerdo. Este mensaje cobra especial sentido este año en el que tantas familias -y tantos niños- están perdiendo a sus mayores.

Llena la escena teñida de rojo un sorprendente trasto: un escritorio de madera, practicable, infundido de magia, que, abriendo y cerrando cajones se va transformando en las distintas estancias de la casa de los abuelos en un recital de detalles.


Imagen de La casa del abuelo, de La Rous

Es una función para verla muy cerquita, que se afana en mostrar la teatralidad de las pequeñas cosas. Los protagonistas son muñecos rudimentarios confeccionados con materiales y objetos cotidianos (palos de helado, cartón, trapos, sellos, gomas de borrar...). Por ejemplo, la abuela tiene cuerpo de bastidor y cabeza de cesta de mimbre; sus particulares andares hacen que las carcajadas salten.
Los dedos de la titiritera son las inquietas piernas de la niña, y a la vez asisten en sus manías a ese abuelo que a todos nos recuerda al nuestro, realizando diariamente sus rituales (afeitarse, recolocarse la boina, abrir el periódico...), musitando sus cancioncillas: "al paso, al paso, al trote, al trote, al galope, galope, galope...". La acción está arropada por el sonido dulce de una caja de música, y cada personaje tiene además su propio leit motiv.


Imagen de La casa del abuelo, de La Rous

Preciosa aparece la escena de la verbena, delicadamente diseñada con luz intraescénica, que nos descubre cómo se conocieron los abuelos, bailando a la luz de la luna.
El público menudo ríe jovial al reconocerse en la curiosidad juguetona de la niña, mientras el adulto se conmueve recuperando las memorias perdidas de su infancia. Rosa Díaz tiene el don de lograr que cada espectador conecte con algo, con un instante...: el don de emocionar.

Dicen que los que se van sobreviven 
gracias al recuerdo que de ellos pervive 
en quienes los amaron…

La propuesta nos trae el recuerdo de otros 'espectáculos con escritorio', como la prodigiosa fantasía visual El oratorio de Aurelia, de Aurélie Thierrée, nieta de Chaplin, o Ildebrando Biribó, memorable creación de Alberto Castrillo-Ferrer sobre el apuntador de la primera representación mundial de Cyrano de Bergerac.

Escritorio abierto de La casa del abuelo, de La Rous

La Rous es una compañía creada en 2008 por Rosa Díaz, actriz, directora, y autora de teatro desde 1984. La casa del abuelo fue su primer espectáculo como compañía independiente, con guión y dirección propias, con el que obtuvo el Premio al mejor espectáculo FETEN 2009, el Premio Villanueva 2010 (Cuba), y el Premio en el Festival Parque de las Marionetas de Zaragoza 2014. Doce años después de su creación, este escritorio encantado sigue girando por los escenarios de toda España. 

La visita de Rosa Díaz a Espacio Abierto Quinta de los Molinos se completa con la invitación ¡Pon tu cuerpo a dibujar!, un taller orientado a niños de 7 a 9 años en el que a través de juegos y ejercicios se trabajará la atención visual, la memoria corporal y la conciencia del espacio. 

La casa del abuelo

Compañía: La Rous
Actriz y titiritera: Rosa Díaz
Dirección: Rosa Díaz y Mauricio Zabaleta
Lugar: Auditorio del Espacio Abierto Quinta de los Molinos
Funciones:
Sábado 28 de noviembre a las 18:00 h.
Domingo 29 de noviembre a las 12:00 h.
Duración: 50 minutos
Edad recomendada: A partir de 5 años

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